En el Día de Muertos, la luz es mucho más que un elemento decorativo: es símbolo de vida, recuerdo y bienvenida. En los hogares mexicanos, iluminar los altares y espacios donde se honra a los seres queridos es una forma de mantener viva la tradición con calidez y respeto.
El altar, corazón luminoso del hogar
Sin duda alguna, el altar de muertos es el punto central de la celebración. Para darle un toque íntimo y nostálgico, los expertos recomiendan utilizar focos LED tipo vela o luz cálida, que imitan el brillo de las velas sin el riesgo del fuego. Los tonos ámbar y dorados realzan los colores del papel picado, las flores de cempasúchil y las fotografías familiares. Además, el uso de spots o luminarias empotradas puede ayudar a destacar niveles o detalles importantes de la ofrenda.

Caminos de luz que guían y decoran
De acuerdo con la tradición mexicana, la luz guía a las almas hacia casa. Hoy, ese simbolismo puede revivirse con lámparas solares tipo estaca o luces LED con efecto flama en movimiento, ideales para marcar entradas, pasillos o senderos que conducen al altar. Estos pequeños detalles no solo embellecen el espacio, sino que aportan un toque emocional y simbólico.
La iluminación que da vida a los recuerdos

Seguridad y tecnología al servicio de la tradición
Además del ambiente festivo, la temporada también es momento de cuidar el hogar. Las cámaras de seguridad con visión nocturna y monitoreo en tiempo real, como las que ofrece Tecnolite, ayudan a mantener la tranquilidad durante las celebraciones, sobre todo en fachadas, entradas o cocheras.
“El Día de Muertos es una de las celebraciones más bellas del año, y la luz tiene un papel protagónico: guía, protege y conecta. Hoy la tecnología LED nos permite mantener viva la tradición de una forma más segura, eficiente y emocional”, señala Sergio Pérez, líder de la Academia de Diseño de Iluminación en Grupo Construlita.