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La postura del gobierno actual ha entorpecido los planes de la OPEP para estabilizar los precios del petróleo alrededor del mundo.

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Después de que el pasado jueves 9 de abril, México abandonara la novena reunión ministerial extraordinaria de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP y no OPEP) -lo que produjo que el acuerdo de reducción de la producción en 10% entre los países participantes en la reunión quedará en suspenso-, diversos analistas señalaron que la postura de México entorpece los planes de la OPEP para estabilizar los precios del petróleo alrededor del mundo.

Cabe señalar que la OPEP propuso reducir el suministro de petróleo en 1.5 millones de barriles por día; esto, en un intento de apuntalar los precios, debido al mayor colapso de la demanda jamás registrado. No obstante, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se negó a colaborar, asegurando que no reduciría su producción a 400 mil barriles diarios -como se había propuesto originalmente-. Ante esto, se propuso una reducción a 350 mil, misma que fue igualmente descartada por la Secretaría de Energía.

Debido a esta postura, el gobierno de los Estados Unidos se vio obligado a intervenir, con la intención de evitar una crisis en la compra y venta del petróleo, y decidió reducir 250 mil barriles más en su producción diaria, a cambio de que México solo redujera su producción a 100 mil barriles. No obstante la postura de la Unión Americana, el mandatario, Donald Trump, subrayó que esta decisión será una especie de préstamo y que aún no está aprobado: "Ellos nos lo reembolsaran luego, cuando estén listos", dijo, luego de confirmar que dialogó vía telefónica con el presidente de México.

En este marco, el analista de la BBC, Marcos González Díaz, señaló que: “la demanda y precio del petróleo actual, resistiendo los coletazos de la crisis económica y ahora en plena emergencia sanitaria mundial por el covid-19, poco tienen que ver con los de hace una década. Así, mientras otros países apuestan por reducir gastos o incluso su producción, resulta cuanto menos llamativa la firme apuesta de México por mantener su número de barriles en un escenario general de desplome del crudo”.

En tanto, Duncan Wood, director del Instituto México del Centro Wilson de Washington, criticó la negativa del gobierno de AMLO durante la reunión con la OPEP.  "No aprovechar una oportunidad para estabilizar los precios del petróleo en un momento en que cuesta más bombear mucho del crudo mexicano que el precio de mercado es increíble", tuiteó.

Del mismo modo, otros analistas destacan el hecho de que en la estrategia petrolera de AMLO estén pesando más otros factores que los puramente económicos. "El petróleo es un tema político para el presidente, es prioridad política número uno para él. Cree que México debe mantenerse como un productor muy fuerte, al margen de cualquier otra consideración", le dice a BBC Mundo David Shields, consultor de la industria energética. "El presidente tiene una fijación en la producción de barriles de petróleo y no esta viendo los precios. Creo que México no ha entendido que esta no es una crisis común del mercado petrolero", añadió.