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Como invitados del gobierno autocrático de Ortega estarán el expresidente guatemalteco Vinicio Cerezo; y representantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

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El Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia mañanera dijo que su gobierno  enviará a un representante a la toma de protesta de Daniel Ortega, como presidente de Nicaragua en medio de un escándalo internacional por la represión que el actual gobernante ejerció para detentar el poder por cuarta ocasión, encarcelando a decenas de opositores.

Con el anuncio, Obrador acabó contradiciendo lo anunciado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) que apenas unas horas antes,  había descartado la asistencia al nombramiento.

“Pero sí van a ir representantes, ahorita vamos a ver”, dijo el Presidente en la mañanera, y enmendó la plana al anunciar que Ramiro Ayala Muñiz, jefe de la cancillería en la embajada de México en Nicaragua, acudirá a la toma de protesta.

México se une así a los gobiernos de Argentina, Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Turquía, Venezuela, Vietnam, China, Angola, Belice, Camboya, Egipto, Honduras, India, Laos, Malasia, Chile Yemen.

Como invitados estarán también el expresidente guatemalteco y exsecretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), Vinicio Cerezo; y representantes de la secretaría de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Las elecciones del pasado 7 de noviembre en Nicaragua, en las que Ortega obtuvo 75 % de los votos según los resultados oficiales, estuvieron rodeadas de numerosas irregularidades y se impidió participar en ellas a la mayor parte de la oposición, dictaminó la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos.

El alta comisionada adjunta de la ONU, Nada al-Nashif, aseguró que en esas elecciones Nicaragua perdió la oportunidad de avanzar “hacia una solución pacífica y democrática de la crisis política, social y de derechos humanos que afecta al país desde 2018″.

Según analistas internacionales, Ortega asumió el poder tras derrocar al dictador Anastasio Somoza en la década de los años 80, pero acabó siendo él mismo un dictador más que ha sabido tender lazos a otros regímenes dictatoriales como los de Cuba, Venezuela y China.

Con información de Infobae