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En el complejo mundo de las finanzas personales, existen numerosos factores que pueden influir en la estabilidad económica de un individuo.

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Uno de estos factores, aunque a menudo pasan desapercibidos, son los llamados "gastos hormiga"; los cuales son esos pequeños desembolsos diarios que, individualmente, pueden parecer insignificantes, pero que con el tiempo pueden sumar cantidades significativas y afectar negativamente la salud financiera.

Para que los identifiques bien, los "gastos hormiga" son aquellos pequeños gastos diarios o regulares que, por su precio, suelen pasar desapercibidos. Ejemplos comunes de estos gastos incluyen el café de la mañana, el servicio de transporte privado, las propinas, las suscripciones a plataformas de streaming y otros gastos similares.

 

Aunque estos gastos pueden parecer pequeños e inofensivos individualmente, su impacto acumulado puede ser sorprendentemente significativo.

 

¿Cuál es la problemática detrás de los gastos hormiga?

El principal problema con los "gastos hormiga" radica en su naturaleza acumulativa. Si bien un café de 50 pesos o una suscripción mensual de 200 pesos pueden no parecer grandes sumas de dinero por sí solos, cuando se realizan con frecuencia, estos gastos pueden sumar cantidades considerablemente mayores a lo largo del tiempo. Esto puede llevar a una disminución de la capacidad de ahorro, dificultades para cubrir gastos importantes y, en última instancia, a un mayor estrés financiero.

Como señala Alberto Martínez, asesor en inversiones y fundador de la firma de inversiones inmobiliarias DIAM, “los gastos hormiga si no son compras pensadas que están dentro de nuestro presupuesto mensual y les destinamos cierto porcentaje de dinero, pueden afectar la capacidad para cubrir otras categorías importantes como: atención médica, la renta de la casa, el ahorro o hasta el pago de deudas, entonces es cuando se convierten en un problema serio”.

El impacto en las finanzas personales

Una de las principales formas en que los "gastos hormiga" pueden afectar las finanzas personales es al desequilibrar tu presupuesto mensual. Cuando estos pequeños gastos no se tienen en cuenta en tu planificación financiera, pueden reducir la cantidad de dinero disponible para cubrir gastos importantes como el alquiler, los servicios públicos, la atención médica y el ahorro para el futuro.

 

Además, estos gastos pueden dificultar el logro de tus objetivos financieros a largo plazo, como la compra de una casa, el pago de la educación universitaria o la jubilación anticipada.

 

¿Cómo controlar los gastos hormiga?

Es necesario tomar el control de estas compras para que a largo plazo no afecten tu economía y ese gasto que realizaste de manera regular la disfrutes al máximo. Para iniciar con la planeación, los especialistas de la firma de inversiones inmobiliarias, te recomiendan contestar las siguientes cuatro preguntas y evaluarlas dependiendo de tu estilo de vida para que te puedas dar ese “gustito”, pero sin sacrificar tu salud financiera.

  1. ¿Terminas el mes con lo justo y no sabes por qué? Si después de pagar tus gastos básicos y apartar dinero para ahorros o deudas, te queda una cantidad fija, está bien darte algún gusto. Pero si no sabes en qué gastas tu salario, es mejor controlar tus gastos. Lleva un registro detallado de ingresos y egresos, incluso los más pequeños, así podrás gestionar mejor tus "gastos hormiga".
  2. ¿Te cuesta diferenciar entre necesidades básicas y gustos? En tu presupuesto, ya tienes una sección para gastos menores como el café matutino, los cuales puedes eliminar si es necesario, eso está bien. Pero si compras compulsivamente, creyendo que necesitas un artículo, comes fuera con frecuencia o tienes más de 3 suscripciones a plataformas de streaming que apenas usas, es hora de identificar esos "gastos hormiga" que son simplemente gustos y podrías reducir.

 

Reflexiona antes de comprar si realmente lo necesitas, si es esencial para ti y cómo afectaría tu calidad de vida si no lo tuvieras. Estas preguntas te ayudarán a discernir si es un gasto impulsivo.

 

  1. ¿Tus gastos menores se ajustan a tu presupuesto actual? Como hemos mencionado, perder el control sobre los gastos pequeños puede desequilibrar tus finanzas. De vez en cuando, disfrutar de un aperitivo está bien, pero si la suma de estos gastos supera el 15% de tu salario, es mejor reducirlos. Cambiar tus hábitos de compra no sucede de la noche a la mañana, pero si notas que son demasiado altos, analiza tus finanzas para determinar cuánto puedes gastar en este tipo de compras.
  2. ¿Llevas un control de tu economía? Recuerda que unas finanzas personales sanas empiezan con una buena planeación de un presupuesto. Cuando tengas un ingreso divídelo inmediatamente entre tus necesidades básicas, a una inversión o ahorro y puedes dejar un parte para tus gustos personales. Es importante que el monto para el ahorro e inversión no lo dejes con el dinero que sobra, destina una cantidad a ese rubro cuando te realicen el pago de la quincena o mes, de esta manera los gastos hormiga no se comerán esa suma que te ayudará a tener un fondo de emergencia o realizar una inversión para hacer crecer tu dinero.

 

Ya lo sabes, aunque los "gastos hormiga" pueden parecer inofensivos individualmente, su impacto acumulado puede ser significativo y afectar negativamente tu salud financiera.

 

“Una buena salud financiera te permitirá no solamente llegar sin estrés a fin de mes, sino que te dará esa tranquilidad de poder comprarte algún antojo sin que estos gastos hormiga se conviertan en un verdadero problema al quitarte gran parte de tus ingresos, por eso es importante identificarlos y tener un presupuesto para controlar esas compras”, concluyó el directivo de DIAM.