La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció de manera enérgica contra todo acto de violencia, especialmente aquellos que se presentan como formas de protesta. En declaraciones recientes, la mandataria condenó hechos como la quema de patrullas, que calificó como actos de provocación más que de resistencia legítima.
En el contexto migratorio, la presidenta destacó que la disminución en los flujos de mexicanos hacia Estados Unidos durante los últimos años está relacionada con una mejora en la calidad de vida en México. Factores como el aumento al salario mínimo, la creación de empleos y los programas sociales han contribuido a que menos personas migren por necesidad.
Sin embargo, subrayó que el enfoque del gobierno mexicano también debe considerar a aquellos mexicanos que llevan más de una década viviendo y trabajando en Estados Unidos. Muchos de ellos, dijo, están completamente integrados a la vida económica y social del país vecino, desempeñándose en sectores clave como el campo, los servicios y la industria.
La presidenta enfatizó que esta reforma debería reconocer el papel fundamental de los migrantes, en especial de quienes llevan años contribuyendo al desarrollo económico estadounidense. Enfatizó que no es con redadas ni con violencia como debe atenderse la migración, sino con políticas justas, humanas y estructurales.
Respecto a los actos recientes de violencia en la ciudad de Los Ángeles, Sheinbaum pidió cautela ante posibles provocaciones y reiteró su llamado a la calma: “Escuché a paisanos decir que quienes participaron en los disturbios no eran conocidos por la comunidad. Por eso, lo importante es no caer en provocaciones y mantener siempre acciones pacíficas”.
Finalmente, expresó su reconocimiento y solidaridad con las familias mexicanas en Estados Unidos, y reafirmó el compromiso de su gobierno con una política exterior que proteja sus derechos y promueva la dignidad de la comunidad migrante.