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La depreciación del peso frente al dólar ha compensado parcialmente la caída de las exportaciones mexicanas, pero también presiona a la inflación
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Por Notimex CIUDAD DE MEXICO.- La depreciación del peso frente al dólar ha compensado parcialmente la caída de las exportaciones mexicanas, pero también presiona a la inflación, de acuerdo con BofA Merrill Lynch Global Research (BofAML). La institución financiera comentó, en un análisis, que después de años de estabilidad el peso mexicano sufrió un revés importante en 2008, resultado de la crisis global y el consiguiente aumento en la aversión al riesgo. Desde agosto de 2008, la moneda mexicana se debilitó 49%, alcanzando 15.56 pesos por dólar antes de marzo de 2009. Desde entonces, ha recuperado 16%, a casi 13.00 pesos por dólar y ahora empieza a mostrar signos de estabilización, anotó. La correduría expuso que, desde una perspectiva macroeconómica, el impacto de la depreciación del peso se refleja principalmente en dos áreas de la economía mexicana: cuentas externas e inflación. Las exportaciones mexicanas, abundó, siempre han sido más sensibles a los cambios en la demanda externa que a la cotización peso-dólar. La depreciación sustancial del peso ha ayudado a compensar parcialmente el efecto de una demanda externa mucho más débil, particularmente de Estados Unidos, en las exportaciones mexicanas, que han declinado 29% en el año. Un peso más débil, agregó, también ha más que compensado la declinación en remesas, que han disminuido 13% en el año en dólares, aunque en términos de pesos crecieron 12%. En cambio, un peso más débil presionó a la inflación, en especial durante el cuarto trimestre de 2008 y el primer trimestre de este año, de acuerdo con BofAML. Esa debilidad de la moneda mexicana limitó la disminución de la inflación general, mientras que las empresas reaccionaron al choque de costo que esto representó. No obstante, anticipó que hacia adelante, el impacto sobre ambos frentes debería disminuir en la medida que el peso se estabilice.