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Especialistas del sector señalan que el ciclo actual es más grave que otros debido a que ha sido más largo y de contracciones más drásticas.

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La emergencia sanitaria derivada del COVID-19 profundizó la crisis que padece la industria de la construcción desde hace dos años. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en julio del 2018 fue la última vez que la industria reportó una tasa de crecimiento positiva; y desde 1994 no se presentaba un periodo continuo de tantos meses con variaciones negativas en la producción.

Ricardo Trejo, director general de la consultora Forecastim, señaló que el ciclo actual es más grave que otros debido a que ha sido más largo y de contracciones más drásticas. Por ejemplo, entre finales del 2000 y marzo del 2002 se registraron 17 meses continuos de valores negativos, sin embargo en dicho periodo la mayor caída en un mes fue 13.16% anual, según el instituto.

En el ciclo actual ya se registró el mayor retroceso registrado para un mes y fue de 40.2% anual en abril del 2020. "Un ciclo de recesión tan largo no se había visto nunca, al menos desde que hay registro, hubo periodos de desaceleración muy largos, por ejemplo entre 2001 y 2006, sin embargo no fue recesión, no fueron datos negativos. En 2009 fue una crisis severa, no tan profunda como ésta, pero duró relativamente poco, tardó un año en salir", detalló el especialista.

El reporte del Indicador Adelantado de la Industria de la Construcción muestra que en el primer semestre del año, la industria perdió 118.3 mil millones de pesos en términos reales en comparación con el mismo periodo de 2019. Al respecto, Eduardo Ramírez Leal, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), dijo que será difícil revertir la tendencia ante la lenta respuesta de las autoridades de las propuestas del sector privado.

"Habíamos visto números terribles en el valor la producción de empresas constructoras antes de entrar a la pandemia, con los efectos que ha dejado todo esto, la nueva normalidad va a ser muy complejo que se reviertan. El problema que hoy tenemos es la lenta respuesta a las propuestas que constantemente hemos hecho. Está arriba de los 400 mil millones de pesos lo que está dirigido a infraestructura desde el gobierno federal, nosotros hemos dicho que al menos se necesita invertir el doble de esa cantidad, alrededor de 5% del Producto Interno Bruto y así podríamos tener números positivos en 2021", señaló Ramírez Leal a Reforma.

Datos del Observatorio de la Industria de la Construcción mencionan que al cierre del primer semestre de este año, el avance del monto contratado respecto al recurso aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 para obras de infraestructura era de 7% en total. Y para el titular de la CMIC, los resultados especialmente negativos durante los meses de pandemia no son responsabilidad de nadie, pero es necesario crear una estrategia coordinada entre la iniciativa privada y el gobierno para agilizar los compromisos de inversión e impulsar estrategias, como los esquemas de asociaciones público-privadas.

Especialistas consideraron que también se requiere detonar la derrama de recursos privados, pero antes es necesario recuperar la confianza de los inversionistas, afectada después de la cancelación de obras como el Nuevo Aeropuerto Internacional de México. "Nosotros consideramos que lo que podría levantar a la industria es que el panorama fuera un poco mejor para los inversionistas privados, que tuvieran más certidumbre y confianza para atraer inversión", acotó Alejandra Vargas, de Ve por Más.