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Solo 49% de los mexicanos cuenta con testamento; y de éstos 43% tiene entre 41 y 55 años.

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La cultura de la herencia no está arraigada en México. Muchas personas relacionan un testamento a la muerte y por ello lo evitan.

Por otro lado, uno de los grandes sueños de las personas es hacerse de un hogar que se convierta en el patrimonio de su familia, pero debido a la procrastinación le restamos importancia a dejar una propiedad debidamente acreditada a los familiares, hijos, o esposos.

Los juzgados están llenos de casos de juicios por intestados porque las familias pelean un bien inmueble, que en vida, a una persona le costó adquirir.

En estas fechas sensibles, destacan los datos de esta encuesta:

De quienes dijeron ser dueños de su casa o departamento, solo 49% cuenta con testamento; de éstos 43% tiene entre 41 y 55 años; 33% entre 21 y 40 años; y 23% son personas de 56 años o más.

El problema es que, prácticamente una tercera parte de los mexicanos heredan problemas inmobiliarios: es decir, 29% de los encuestados dijo que sus padres habían fallecido sin dejar testamento, lo que hace que los juzgados estén llenos de casos lentos y que en ocasiones, llegan hasta décadas para solucionarse.  

Incertidumbre

En estos tiempos de Covid-19,  la muerte no es un tema en el que se piense mucho salvo en temporada de Día de muertos, ya que las jornadas pro testamentarias continúan año con año en septiembre y, no obstante, solo el 32% de los encuestados cuentan con este documento.

Entre los cuestionamientos realizados, se preguntó si los participantes habían tenido que realizar trámites de regularización de un bien intestado, es decir, sin resolver jurídicamente.

El 27% dijo que no lo ha hecho o deberá hacerlo algún día. Entre ellos, un 13% señaló que ya había logrado su objetivo; un 8% señaló que no y desconoce cómo iniciarlo; un 5% declaró estar en pleno proceso, y un 1% dijo que ha hecho el trámite y no lo ha logrado.

¿Qué es un remate bancario?

Si bien una forma de perder nuestros bienes inmuebles es no dejar un testamento con el destino de una propiedad cuando se fallezca; otra, es la falta de pago del crédito bancario.

Cuando un acreedor se ve imposibilitado de pagar, el banco emprende un proceso judicial a través del cual un juez realiza un “remate bancario” con el cual el inmueble se pone a disposición del mejor postor y con ello el banco trata de recuperar parte de la inversión. En este caso se recomienda ser cautelosos y verificar en la medida de lo posible que todo esté en regla.

En la misma encuesta se preguntó a los usuarios si sabían lo que es un remate bancario y 65% confirmó saberlo y sólo el 35% no. De quienes dijeron conocer el concepto, un 75% señaló que si compraría un bien que fuera remate bancario. Tienden más a querer comprarlo quienes tienen 41 años o más.

El sondeo de las experiencias se destacó que está identificado que 50% no conoce a nadie que haya comprado un bien inmueble por este medio; un 27% señaló que sí conoce a alguien que lo hizo y fue un éxito, y 23% señaló conocer a alguien que lo hizo pero fue le fue problemático.

“Comprar un bien inmueble requiere de un gran esfuerzo de parte de la mayoría de las personas, por lo que lo ideal sería que -una vez que tengas tus escrituras- el siguiente objetivo sea hacer cita para incluirlo en tu testamento. No hablamos de cualquier cosa, sino de lo que será la herencia de los hijos o familiares queridos”, destacó Alejandro García, Director de Marketing de Inmuebles24.