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Con este tipo de financiamiento puedes negociar con el arrendador y encontrar la mejor opción para adquirir el inmueble que alquilas.

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Las personas que no sean sujeto de un crédito hipotecario pero desean adquirir una vivienda, pueden encontrar otras opciones que las ayuden a lograr dicho objetivo. Por ejemplo, está la opción conocida como contrato de arrendamiento financiero o leasing habitacional.

 

¿Qué es el leasing habitacional?

Al ser un tipo de financiamiento que permite rentar un inmueble, en este caso y por un plazo determinado, ofrece la posibilidad de adquirirlo a mediano o largo plazo. Su objetivo es la cesión de la propiedad por medio de un pago mensual, que es como la renta, ya que la persona se encuentra habitando el bien inmueble.

 

En México, esta figura se denomina arrendamiento financiero y está regulada en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito; se establece en este tipo de arrendamiento un monto mensual a pagar por un tiempo de uno a 10, 15 o 20 años.

 

Posteriormente, si el propietario del inmueble y el arrendatario llegan a un acuerdo para concretar la compra, el precio será residual; esto quiere decir que al costo total de la propiedad se le restará las mensualidades que se pagaron y se obtendrá el precio final.

“Normalmente este tipo de arrendamiento está más relacionado con la adquisición de autos o maquinaria; sin embargo, es una buena opción para adquirir inmuebles de acuerdo con las condiciones económicas de cada persona”, resaltó Karla González Montoya, Marketing B2C Manager de Inmuebles24.

 

 

¿Cómo se efectúa el leasing habitacional?

Para llevar a cabo el contrato de arrendamiento financiero, debe estar por escrito e inscrito en el Registro Público de Comercio y contar con dos partes:

  • Arrendador, quien concede uso o goce temporal del inmueble
  • Arrendatario, quien paga un precio periódico por el uso del inmueble con opción a compra

 

Es importante establecer en el contrato el monto final a pagar, los plazos en los que se realizarán los pagos, la vigencia del contrato, el precio del inmueble y las cláusulas por incumplimiento.

 

Algunas de las ventajas que ofrece este tipo de financiamiento son:

  • Se puede hacer uso del bien inmueble mientras se decide si se compra o no
  • El inquilino puede negociar con el arrendador acerca de los plazos
  • Facilidad de procesos fiscales, ya que las rentas son deducibles
  • No es necesario cumplir con requisitos de otras instituciones financieras
  • No es obligatorio comprar la vivienda al finalizar el contrato.