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Las condiciones de infraestructura, conectividad y oferta de servicios públicos son aspectos a tomar en cuenta a la hora de rentar un espacio industrial.

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Con el inicio de año llegan los planes de inversión de las pequeñas, medianas y grandes empresas. Y por la cercanía de México con Estados Unidos (EU), se ha incrementado la demanda de naves industriales para rentar en diversas regiones del país.

Según el Panorama Inmobiliario en México 2Q elaborado por la consultora Datoz, la disponibilidad de naves industriales en los últimos 12 meses, pasó de 5 millones de metros cuadrados (m2) a 3.9 millones de m2, esto es una disminución del 22%.

Tanto sitios inmobiliarios como medios de comunicación han resaltado una reducción en los espacios para renta o venta, así como un aumento en costos, sobre todo en la región fronteriza con EU. De acuerdo con Jonathan Pomerantz, director Comercial y de Inversiones de MEOR, desarrollador inmobiliario, rentar una propiedad es tardado por las diversas ventajas y desventajas, precios y condiciones, y es más complicado cuando se trata de una con carácter industrial donde el fin es establecer una empresa.

"Se trata de un tema de oferta y demanda, donde las empresas se están reinventando para responder a nuevos intereses y demandas de sus usuarios como productos más baratos, entregas rápidas, incluso hasta el mismo día. Esto pone una presión muy importante en la operación y cadenas de distribución y transferencia de cualquier tipo de empresa. Por lo que encontrar el lugar ideal para establecerse se vuelve indispensable para el éxito de una compañía", expresó Pomerantz.

 

Por eso, para quienes buscan rentar, el equipo del desarrollador inmobiliario enlistó tres aspectos que tomar en cuenta para tomar la mejor decisión.

 

  1. Condiciones de la nave.

Existen bodegas viejas y nuevas, algunas cuentan con instalaciones con desperfectos o que tienen varios años y no permiten tener la mejor tecnología, a menos que se reacondicione y se le invierta más dinero.

Lo primero es mirar que las condiciones de la nave sean óptimas, que tenga factibilidad de servicios (agua, luz, drenaje) y que existan accesos para tráileres y empleados.

Se puede optar por buscar un parque industrial que tenga ciertas ventajas como filtros de acceso, seguridad 24 horas, instalaciones nuevas y modernas, así como infraestructura de calidad, calles de cemento hidráulico, alumbrado, y servicios públicos como agua, luz y telefonía.

  1. Conectividad.

La mayoría de las naves son rentadas como centros de distribución, almacenamiento y logística, esto hace necesario que cuente con conectividad, que los empleados tengan posibilidad de llegar y retirarse vía transporte público, y también que exista un autobús interno para que traslade a los trabajadores si el lugar es muy grande.

Según Pomerantz es más recomendable que existan autopistas cercanas al centro de distribución, carreteras y avenidas, que en caso de un cierre o accidente, puedan servir como vías alternas para el acceso. Recuerda que ingresarán desde vehículos pequeños hasta los más grandes de doble remolque.

  1. Cercanía con colaboradores y mano de obra calificada.

Algunas zonas, por su desarrollo educativo, tienen más profesionales con ciertas especialidades que otras; cuando se renta, hay que prestar atención a esto, o considerar los costos de vivienda, reubicación de talento y mano de obra calificada.

 

También el estar cerca de corredores industriales permite hacer alianzas, contar con mayor oferta de proveedores y consumidores, no es lo mismo estar en una bodega en medio del desierto a encontrarse dentro de un parque industrial donde se puede hacer networking con otras empresas.

 

Finalmente, como arrendatario, al llegar a un acuerdo con el arrendador debes hacer un contrato de arrendamiento, el cual define las responsabilidades y limitantes a considerar durante la ocupación del inmueble. Este escrito tendrá base legal y en caso de violar alguna clausula o cuando se presente algún conflicto, se puede acudir a las autoridades pertinentes para resolverlo.

"A diferencia de una casa, que regularmente se alquila por un año, las bodegas son ocupadas en plazos mayores. De contar con reducido espacio requerido, lo más probable es que sea necesario adaptarse a las condiciones establecidas por los propietarios, en cambio, de existir varias alternativas, se tiene más control acerca de los términos y condiciones que se buscan, por ende, siempre es aconsejable asesorarse con un desarrollador inmobiliario", concluyó Pomerantz.