El presidente nacional de la asociación, Karim Oviedo Ramírez, propuso un esquema de transferencias directas de recursos públicos como una solución viable para regularizar la posesión de dichas viviendas y ampliar el acceso a una vivienda digna para quienes hoy no califican a un crédito hipotecario.
Durante una reunión con medios de comunicación, Oviedo explicó que muchas de las personas que actualmente habitan inmuebles del Infonavit lo hacen de buena fe, aunque sin cumplir los requisitos legales para formalizar la adquisición. “No todos son invasores”, subrayó. En varios casos —afirmó— se trata de acuerdos informales entre particulares, realizados sin dolo, pero sin asesoría jurídica, lo que deriva en una situación irregular.
El líder de AMPI destacó que el programa anunciado por el Infonavit hace unos días aún no cuenta con reglas de operación publicadas en el Diario Oficial de la Federación, por lo que llamó a esperar los lineamientos para entender su alcance real. Aclaró también que, de acuerdo con la información disponible, las viviendas con denuncias por despojo no podrán formar parte del programa.
“No buscamos que se transfiera la propiedad, sino que se transfiera un recurso económico que permita a estas personas adquirir legalmente la vivienda, firmando con notario y con la participación del Infonavit como titular del inmueble”, explicó.
Oviedo reconoció que la situación jurídica de muchas de estas viviendas es compleja, pero pidió no generalizar ni criminalizar a quienes las habitan, pues muchos de ellos simplemente no han tenido acceso a crédito o carecen de los ingresos formales para obtener una vivienda a través de los canales tradicionales. Esta condición, dijo, los ha orillado a ocupar propiedades vacías como única alternativa.
Subrayó que esta propuesta se enfoca en brindar certeza jurídica y atender un problema social de fondo, pero no de legitimar actos ilegales.
De hecho, reconoció que existe un déficit habitacional estimado en 8.5 millones de viviendas, según el Plan Nacional de Desarrollo, así como más de 11 millones de viviendas con necesidad de reparación, de acuerdo con datos del INEGI. Este panorama obliga, dijo, a buscar soluciones innovadoras y sensibles a la realidad económica de millones de mexicanos.
“La falta de subsidios para vivienda económica, eliminados en administraciones pasadas, ha limitado aún más el acceso de sectores vulnerables a una vivienda digna. Hoy tenemos la oportunidad de corregir eso con un modelo directo, transparente y sin intermediarios”, puntualizó.
“Queremos que los mexicanos tengan seguridad sobre su patrimonio. No legitimamos ocupaciones ilegales, pero sí creemos que este problema puede resolverse desde una óptica distinta, con sensibilidad social y visión de largo plazo”, concluyó.