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En México, donde los sismos son una constante, la prevención y contar con un seguro de vivienda son las mejores herramientas para proteger el patrimonio y la tranquilidad de las familias.

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Cada 19 de septiembre, México recuerda que la prevención salva vidas. La fecha no es casualidad: En 1985, 2017 y 2022, tres sismos marcaron la historia del país, dejando pérdidas humanas, materiales y una lección que no debe olvidarse: Estar preparados es una responsabilidad cotidiana.

 

México se encuentra en una de las regiones sísmicas más activas del mundo. El Servicio Sismológico Nacional registra más de 20,000 movimientos telúricos al año, muchos de ellos imperceptibles, pero con un riesgo latente de que alguno tenga efectos devastadores.

 

La importancia de actuar antes

De acuerdo con Zurich México, tras cada gran sismo suele aumentar el interés en proteger viviendas e inmuebles, pero con el paso de los meses esa preocupación disminuye y la prevención queda en pausa. Esa falta de continuidad eleva la vulnerabilidad de miles de familias.

“Lo esencial es que las personas tengan la certeza de que, si ocurre un sismo, estarán cubiertas y podrán reducir el impacto económico de una pérdida”, subraya la aseguradora.

 

 

Acciones clave para estar preparados

La prevención no debe limitarse a los simulacros. Especialistas recomiendan poner en práctica medidas sencillas pero efectivas:

  • Revisar el estado estructural de la vivienda con ayuda profesional.
  • Identificar salidas de emergencia, rutas de evacuación y puntos de reunión.
  • Fijar muebles, espejos o libreros que puedan caer durante un movimiento.
  • Dar mantenimiento a instalaciones de gas, agua y electricidad.
  • Contar con un seguro contra daños por terremoto.

El valor de un seguro

 

Uno de los mitos más comunes es que asegurar una vivienda es caro o innecesario. Sin embargo, existen opciones accesibles y adaptadas a las necesidades de cada hogar. El costo, en muchos casos, es menor que el de reparar un daño estructural o reemplazar bienes perdidos.

 

Cabe recordar que un seguro no evita que ocurra un sismo, pero sí puede marcar la diferencia entre enfrentar las consecuencias con tranquilidad o con una fuerte carga financiera.

Más allá del simulacro

El 19 de septiembre no debe ser visto únicamente como una fecha conmemorativa. Es un recordatorio de que la prevención es la mejor estrategia frente a un fenómeno que no se puede detener. Lo aprendido durante los simulacros debe trasladarse a la vida diaria, con acciones concretas y con la protección que brinda un seguro.

 

Por último, en un país sísmico como México, la mejor opción siempre será anticiparse.