En Estados Unidos, elegir una vivienda va mucho más allá de contar dormitorios suficientes o una buena ubicación. Para millones de familias, la verdadera prueba de fuego es imaginar cómo caben el pavo, los invitados y la celebración de Acción de Gracias en ese espacio.
Destaca que el impacto es especialmente marcado entre compradores jóvenes. Seis de cada diez integrantes de la Generación Z y de los Millennials admiten que la logística de la cena festiva fue un factor relevante al buscar casa. En cambio, el entusiasmo disminuye entre generaciones mayores: solo 47% de la Generación X y 30% de los Baby Boomers dijeron haber considerado este evento al elegir dónde vivir.
La explicación es sencilla: para los compradores jóvenes, el hogar ideal también es un lugar para reunir a familia y amigos. Y Acción de Gracias sigue siendo el termómetro perfecto para evaluar qué tan funcional es un espacio.
El espacio manda: salas amplias y cocinas grandes, la prioridad absoluta
Los factores que más influyen en la disposición a recibir invitados son:
- Cocina amplia – 92%
- Sala grande para reuniones – 92%
- Comedor espacioso – 86%
- Baño de visitas – 87%
- Patio o espacio exterior – 76%
- Habitación para invitados – 73%
- Horno doble – 61%
Aunque los electrodomésticos especializados generan atractivo, la mayoría de los encuestados considera que las áreas amplias y bien distribuidas son las verdaderas protagonistas cuando se trata de organizar un banquete.
¿Más habitaciones o más baños? El debate se divide
Más allá de las fiestas, la encuesta también explora qué elementos influyen en la comodidad diaria dentro del hogar. La respuesta está dividida casi por completo:
Un 44% preferiría una habitación extra, mientras que 45% optaría por un baño adicional.
La Generación Z es la excepción: este grupo se inclina de manera más clara por contar con otro baño (48%) antes que con una habitación libre.
- Para viviendas de 1 o 2 personas, lo adecuado son dos baños.
- En hogares con tres o más integrantes, la preferencia sube a tres baños.
La vivienda como escenario de convivencia
El estudio confirma lo que agentes inmobiliarios ya observaban en sus recorridos: la compra de vivienda no solo responde a necesidades prácticas, sino también emocionales. La posibilidad de reunir a seres queridos, celebrar tradiciones y ofrecer un espacio cómodo para visitas es un elemento que cada vez pesa más en las decisiones residenciales.


