|  

La Corporación Inmobiliaria Vesta al reafirmar su plan de crecimiento “Visión 20/20” y al actualizar sus proyecciones para 2017, informó que estableció una meta de crecimiento anual de entre 16.4% y 18.1% como máximo por la situación actual.

83 No me gusta8

“Asumiendo un escenario muy agresivo, estimamos que la tasa de desocupación en 2017 podría aumentar por lo menos en 700 puntos base, considerando que solo 7% del Area Bruta Rentable (ABR) del portafolio actual presenta vencimientos en 2017 y proyectando un menor crecimiento del portafolio en edificios inventarios”, señaló un análisis de la consultoría Signum luego de una conference call con la empresa.

En abril, la compañía aprobó un programa de recompra de acciones por 25 millones de dólares, del cual, entre 25% a 28% ya fue ejercido. Considerando los bajos precios de la acción, la compañía podría enfocar sus recursos a la recompra de acciones y posponer proyectos de inversión.

Al asumir la nueva coyuntura económica, consecuencia del resultado del proceso electoral en Estados Unidos y su posible impacto sobre los lazos comerciales entre México y el país vecino, la compañía no modificaría su plan de largo plazo, sin embargo, no descartan actualizar dicho plan a la baja en el caso de una desaceleración de la economía para lograr adaptarse a las nuevas condiciones.

En tanto, la compañía mantiene perspectivas favorables para 2017, beneficiada por la fuerte demanda de espacios industriales de alta calidad en las regiones donde concentran sus operaciones, como el Bajío y el centro del país. De igual forma, la administración mantiene una estrecha relación con sus clientes, los cuales no planean postergar sus decisiones de inversión ante el nuevo entorno macroeconómico, con lo cual, la absorción de espacios industriales se mantendrá en niveles sólidos.

Cabe destacar que 51% de su ABR está ocupado por empresas exportadoras hacia Estados Unidos, mientras que 38% del ABR está ocupado por arrendatarios que enfocan sus operaciones hacia el mercado interno, con lo que asume que las empresas nacionales exportadoras serían las más afectadas ante un eventual cambio en las políticas comerciales entre México y EU, y así aumentar la tasa de ocupación significativamente.

Sin embargo, considerando que las cláusulas en los contratos de arrendamiento de Vesta indican que ante una cancelación anticipada, los arrendatarios necesitarían cubrir el plazo remanente de vida del contrato, el impacto sobre los ingresos sería limitado.

Al cierre del 3T2016, el saldo de la cuenta fue de 340.73 millones de dólares, la cual está denominada en billetes verdes. Cabe destacar que el total de la deuda está garantizada con la mayoría de las propiedades de inversión, así como los cobros derivados de la renta de las mismas.

La compañía mantiene como política interna un “loan to value” (deuda total /activos totales) de máximo 40%, no obstante, asumiendo el crecimiento establecido en su plan de crecimiento (visión 20/20) la administración estima un nivel de aproximadamente 35% a 37 por ciento.