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Luego del gran crecimiento de la industria de la vivienda en México a lo largo de los últimos 12 años, lo más congruente sería continuar de las políticas públicas, es decir, mantener su buena inercia. Sin embrago, a unas semanas de haber iniciado la nueva administración federal, se perfila cambios significativos.

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Quienes apuestan por la continuidad en las políticas públicas aplicadas en los últimos dos sexenio, afirman que la fortaleza del sector es lo que hay que preservar ya que es uno de los motores de la economía.

Por ejemplo, empresarios del sector vivienda han manifestado que en los años venideros le apostarán al desarrollo de vivienda para los "no afiliados", aquellos trabajadores que no tiene trabajo formal, pero si capacidad de endeudamiento por generar ingresos dentro de la economía informal.

Sin embargo, ello dependerá del subsidio que el gobierno federal estaría dispuesto a destinar a tal fin y una limitante son los recursos disponibles en las finanzas públicas, lo que pone en duda el futuro de ese segmento de mercado y por lo mismo obligaría a retirar la apuesta o un cambio de timón.

Adicional a ello, con la virtual aprobación del Senado de la República de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Conavi, la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Sedesol, y Fonhapo, formarán parte de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.

De formalizarse estos cambios, la Sedesol ya no tendría subsecretaría de la vivienda y entonces sería la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, a cargo de Jorge Carlos Ramírez Marín, quien encabece al sector vivienda.