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Con una inversión estimada en 75 millones de dólares para su primera etapa, se desarrollará el proyecto Destino Turístico Chichén Itzá. Su objetivo es complementar la zona arqueológica con servicios de calidad mundial, que lo conviertan en un destino para vivir la cultura Maya.

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El proyecto estará encabezado por el primer campo de golf signature en el principal destino arqueológico de México y servicios turísticos de primer nivel.

La zona arqueológica de Chichén Itzá recibe cada año aproximadamente 3 millones de visitantes, de los cuales 85% son extranjeros, por lo que es reconocido mundialmente. Sin embargo, no se cuenta con una infraestructura de servicios que permita una estancia a los turistas, por lo que los visitantes llegan y se van el mismo día.

Aunque no es el nombre definitivo, Destino Turístico Chichén Itzá, es un concepto que ofrecerá hospedaje, entretenimiento y gastronomía para que Chiché Itzá se vuelva un destino por sí solo. Es decir, un nuevo destino turístico con un origen milenario.

 


José Antonio Loret de Mola Gómory, presidente del consorcio yucateco Grupo Ciclo

 

José Antonio Loret de Mola Gómory, presidente del consorcio yucateco Grupo Ciclo, en entrevista con Real Estate Market describió que el proyecto tiene una ubicación privilegiada, a 5 km hacía el oeste de la zona arqueológica y a solo 3 km al este del aeropuerto de Chichén Itzá, es decir, en medio de los dos. También se encuentra 3 km al norte de la carretera de cuota de Mérida-Cancún y próximamente estará muy cerca una estación del Tren Maya, por lo que se contará con una completa conectividad terrestre, aérea y próximamente ferroviaria.

Explicó que cuentan con la reserva suficiente de tierra para hacer un desarrollo sustentable, cuidando el entorno y medio ambiente. La primera etapa tendrá una huella de alrededor de 200 y 250 hectáreas, pero hay mucho más espacio para desarrollar.

El proyecto está encabezado por una alianza con Greg Norman Company, con quien desarrollarán un campo de golf categoría PGA, pero además dicha firma ha diversificado su grupo al sumar atracciones alrededor de los desarrollos.

Cuestionado sobre el plan maestro, el entrevistado indicó que tienen dos propuestas de proyecto, uno por LARC, firma que tiene su base en Dallas, Texas, que complementa el tema golf y hotelero con parques de entretenimiento, uno acuático, otros de aventura y se contempla uno temático para una siguiente etapa.

También se ha visualizado realizar un parador turístico, donde la gente pueda llegar y tener áreas comerciales, artesanales y gastronómicas sin tener que entrar a la propiedad. Ello, al considerar los más de 8 mil visitantes promedio diario a la zona arqueológica, la cual no tiene hoteles ni tampoco una gran oferta gastronómica.

 

 

Se considera iniciar en la parte hotelera con un proyecto high end de alrededor de 60 villas y 30 branded residences que serían operadas por la misma cadena hotelera.

Además están por definir si alrededor del campo de golf hay oferta residencial. Señaló José Antonio Loret de Mola que hay mucho interés en second homes de Canadienses y Norteamericanos, por lo que van a definir los tiempos para lanzarlo al mercado y crear una comunidad.

Sobre los tiempos del proyecto, estimó que estarán arrancando la construcción a finales del primer semestre de 2022 o principios del segundo semestre, una vez cumplidos todos los permisos requeridos y los contratos con los prestadores de servicios. Asimismo, considera que se llevará entre 30 y 36 meses la obra, dependiendo del diseño final del campo de golf; seguramente algunas atracciones y el hotel se tendrán antes de ese tiempo.

Sobre la inversión reiteró que 75 millones de dólares es el monto mínimo indispensable que consideran para que el destino pueda nacer y ocupar el espacio adecuado. Sin embargo, afirmó que a mediano y largo plazo la inversión será mucho mayor.

En cuanto a la derrama económica, indicó que la construcción generará 1,500 empleos temporales, pero una vez concluida se generarán alrededor de 750 empleos directos en la operación.

“Tenemos una de las siete maravillas del mundo moderno, por lo que tenemos que estar a la altura de la marca y darle un producto que el mercado requiere”.

Concluyó diciendo que “tenemos una marca icónica, un mercado cautivo de gran tamaño, una infraestructura aeroportuaria y de transporte, pero no una infraestructura de servicios turísticos, algo no está bien y queremos llenar ese espacio”.