El Corredor Transísmico, Transoceánico o también llamado Corredor del Istmo fue uno de los proyectos de infraestructura más ambiciosos desde el siglo XIX que planeó Benito Juárez, ya que desde el siglo XVI, a partir de las expediciones de Hernán Cortés, comenzó a valorarse el Istmo de Tehuantepec como una ruta de comunicación interoceánica.