De acuerdo con especialistas reunidos en el LATAMIS Workshop CDMX 2025, organizado por RIO Capital, la banca mantiene hoy una cartera vigente de 125 mil millones de pesos y se prepara para ampliar su participación en este segmento.
Instituciones como Banca Mifel, ION Financiera, Multiva y la propia RIO Capital coincidieron en que el entorno de 2025 es favorable para detonar nuevos proyectos, especialmente aquellos que se encuentran detenidos por condiciones financieras que podrían mejorar conforme avancen los recortes en la tasa de referencia del Banco de México. Actualmente, cada año se colocan alrededor de 70 mil millones de pesos en financiamiento para construcción.
Margain destacó que Mifel ya es el cuarto colocador de crédito puente en el país, con una estrategia enfocada en fortalecer el financiamiento en ciudades con alta demanda y absorción, como Guadalajara, Monterrey, Los Cabos, Querétaro y León.
Multiva también reportó un crecimiento acelerado en su cartera, que prevé triplicar y cerrar el año con 1,500 millones de pesos adicionales en contratación. Su director de Estructuración Inmobiliaria, Federico Pizarro, señaló que existe un “periodo natural de expansión” impulsado por el bono demográfico, la política crediticia y la estrategia federal contenida en el Plan México, que prioriza el desarrollo de vivienda y la infraestructura asociada.
Desde la óptica de ION Financiera, su CEO José Shabot destacó que el momento es particularmente favorable para desarrollar proyectos bien ubicados y conceptualizados, al considerar que la demanda continúa firme y la vivienda sigue siendo un activo estratégico de largo plazo para las familias y para el país.
No obstante, persisten retos importantes. Según Merino, la falta de historial de los desarrolladores continúa siendo la principal barrera para obtener financiamiento, especialmente en los primeros proyectos. Además, el mercado muestra una polarización: mientras la vivienda media y turística mantiene dinamismo, los segmentos high-end y económico enfrentan entornos más retadores.
Los participantes coincidieron en que 2025 será un año clave para el crédito puente. Con tasas más accesibles, una demanda de vivienda creciente y nuevos polos urbanos y turísticos en expansión, el mercado tiene espacio para seguir creciendo. El reto será acompañar a los desarrolladores con procesos más ágiles y financiamiento competitivo, y que éstos respondan con mayor planeación y profesionalización para aprovechar el nuevo ciclo de expansión inmobiliaria.

