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En diversos hechos, tanto el Gobierno Federal como el de la CDMX enfrentan situaciones de favoritismo y manipulación política en su aplicación.

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Posterior a que el dirigente nacional del Partido Morena usara la llegada de las vacunas a México como propaganda política el 25 de diciembre, el senador por el PAN, Juan Martín del Campo, interpuso una queja ante la Unidad Técnica de lo Contencioso del Instituto Nacional Electoral (INE) contra Morena y su dirigente, Mario Delgado por los hechos.

Lo anterior, por “la indebida utilización de propaganda gubernamental, actos anticipados de campaña y esencialmente la realización de proselitismo electoral con el pretexto de las vacunas contra Covid-19”.

Mucho ruido, pocas nueces

Desde que arribaron a México las 1,500 vacunas en días pasados, personal del IMSS denunció que en la era del gobierno de la Cuarta Transformación, se están dando diversas irregularidades y nepotismo para la aplicación de la vacuna. 

Prueba de ello es la denuncia que hizo la médico Ana Paola De Cosío Farías, adscrita a la Unidad Médica de Alta Especialidad del Hospital de Pediatría, quién denunció influyentismo en la aplicación de vacunas contra COVID dentro del Centro Médico Nacional del IMSS.

En video, la doctora acusó que personal administrativo o que no atiende a pacientes con COVID reciben la vacuna; a pesar de las denuncias, la directora del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI, Rocío Cárdenas Navarrete, argumentó que la denunciante “no era integrante de los equipos que atienden a pacientes COVID-19”.

Por su parte, el día de hoy, la Jefa de Gobierno de la CDMX, confirmó que líderes del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México lograron vacunarse sin estar en lista de espera, por lo que dijo, “habrá sanciones”. 

Lo anterior, posterior a que los burócratas capitalinos protestaran a las afueras del Hospital Militar de Zona Vergel, en Iztapalapa, para ser vacunados, sin ser trabajadores esenciales en la lucha contra el Coronavirus.  

Finalmente, hace varios días, enfermeros de la primera línea de batalla contra el virus, que fueron al mismo hospital para ser vacunados, reportaron que “no aparecen en las listas de espera”, por lo que algunos no fueron vacunados y otros, tuvieron que esperar hasta 10 horas para ser inoculados. 

/Con información de El Universal, Milenio, Forbes y redes sociales./