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Según la base nacional de datos en México en el sector salud, que comprenden a más de 475 hospitales monitoreados, para las embarazadas, se incrementó en 66% el riesgo de morir por Covid-19.

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La mujer embarazada en México frente al Covid-19 enfrenta tres riesgos adicionales a su situación de vulnerabilidad. A saber, la nula atención que le ha dado el autollamado gobierno de la Cuarta Transformación (4T); no contar con medidas para paliar su estrés, y la evidente exclusión de las políticas de vacunación.

En días recientes, antes de dar positivo al Covid-19 y a los informes contradictorios sobre si estaba internado o no, el subsecretario Hugo López Gatell, aseguró que las embarazadas “no tienen un riesgo especialmente alto, comparadas con las personas mujeres de la misma edad que no están embarazadas”.

Sin embargo, para el especialista Raigam Jafet Martinez Portilla, ginecoobstetra especialista en Medicina Materno-Fetal (Parinatología) y Cirugía Fetal por la Universidad de Oxford, los comentarios, más que lamentables, podrían crear confusión a este grupo ante la evidencia científica.

“Los comentarios del subsecretario López Gatell son muy desafortunados. El hecho de que quiera ver que la mujer embarazada sin ningún riesgo por el Covid-19. Por nuestra parte, al analizar estadística de marzo y abril cuando inició la pandemia, hallamos que no había conclusión numérica para afirmar que no había mortalidad, peligro de muerte, complicaciones por neumonía o terapia para embarazadas”.

En plática con Real Estate Market para el seguimiento que esta editorial ha hecho durante meses para el Covid-19, da detalles de los resultados de mortalidad en México en base a registros abiertos:

“En general hay un incremento de 66% de riesgo de muerte comparando embarazadas contra no embarazadas; en el caso de neumonía, hay un alza de 96%, que son significativos. La base de datos nacional contempla a todos (hospitales del IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud) y esta base de datos de nacional consta de 475 hospitales en el monitoreo”.

El también especialista por la el Hospital Clinic de Barcelona, destaca que “de las mujeres con embarazo registradas, que fueron 289, 331 mujeres, el 2.7% eran embarazadas, que suman 7 mil 705; y de éstas, 67.3% fueron positivas a coronavirus; de este grupo el 1.5% murió, el 9.9% presentó neumonía, 8.1% terminó intubada y 13% fue admitida a terapia intensiva”, con lo que virtualmente, el incremento de riesgo de muerte en mujeres embarazadas en México creció de manera alarmante.

El especialista mexicano asegura que “con base a los datos abiertos del Gobierno Federal, que se pueden utilizar de manera libre, publicamos en los medios más importantes de medicina y ginecología y obstetricia en el mundo, que son el American Journal of Obstetrics and Gynecogy y el Ultrasound in Obstetrics and Gynecology,  donde destacamos que el solo embarazo incrementa la probabilidad de morir, comparada con no embarazadas, en 1.65 veces; en neumonía casi 1.9 veces, y para el caso que podrían necesitar terapia intensiva, aumenta 2.5 veces”.  

Sí a la vacuna

Contrario a los comentarios del Gobierno Federal de que las embarazadas deben estar excluidas de la vacunación, el ginecoobstetra especialista sentenció que sí se deben vacunar, como ya se hace en países avanzados. 

“Al ser un grupo vulnerable se deben crear estrategias para cuidarlas. Incluso, para vacunarlas si es necesario. En Reino Unido y Estados Unidos, por ejemplo sí se les vacuna”, y enfatizó “la mujer embarazada debe ser un objetivo prioritari dentro de programa de vacunación en México”.

A nivel internacional, “no se han hecho estudios de factor de riesgo para vacunar a mujeres embarazadas por tener complicaciones por una vacuna de RNA, que considero, es mínimo. Ninguna vacuna de las 6 que hay disponibles contiene virus atenuados, entonces, el riesgo teórico es mínimo”

Reafirmó que tomando en cuenta que la mujer embarazada está en riesgo, “yo iría en contra de los lineamientos nacionales porque al analizar el riesgo-beneficio, el beneficio sería mucho más alto”.

Sugirió a las mujeres embarazadas cuidarse contra el coronavirus, pero además, pidió, en la medida de lo posible “tener actividades recreativas dentro de su entorno sin salir, así como disminuir su estrés”

Esperanza para bebés

Cuestionado en el sentido de que si una mujer embarazada pudiera contagiar a su bebé de coronavirus, descartó una transmisión en 99% de los casos.

“Esto es interesante. Acabamos de publicar un artículo en el American Journal sobre la transmisión vertical, y mencioné un estudio de un médico de Estados Unidos, de apellido Cotillard, quién había estimado que ese rango estaba en 3.2%; pero cuando rehice los análisis de todos los estudios publicados hasta entonces, de los posibles, 936 pacientes que se sabía de una posible trasmisión vertical de mamá a hijo, era solamente de 0.9% o sea ni siquiera el 1%. Es casi nula. Eso tiene que ver con la enzima convertidora, que es la encargada de unirse al virus. La placenta materna no tiene receptores para el coronavirus. No hay transmisión de coronavirus de mamá a bebé”.

El médico adelantó que en los Servicios de Urgencias del Gobierno de la Ciudad de México, ya se culminó un protocolo para capacitar a los trabajadores de la salud para atender de manera efectiva a las embarazadas.

“Por parte de mi red, la Latinoamerican Research Network, y la Federación Mexicana de Colegios de Ginecología y Obstetricia, ya publicamos nuestra guía actualizada de Manejo de Covid-19 en Embarazo, en donde viene cómo se deben manejar estos casos e incluso, contiene videos para manejar y cuidar a este grupo. Se tiene que capacitar a todos los trabajadores de la salud para que sepan qué se debe hacer en el caso de una mujer embarazada y no los tomen de improviso”.

Muertes se pudieron evitar

El médico criticó el mal manejo del Gobierno Federal en cuanto a prevenir las muertes y contagios, ya que a su parecer, se privilegió lo económico sobre lo sanitario.  

“En países como México, Brasil, Estados Unidos, las autoridades decían que as personas tenían que morir, ya que no se debía sacrificar la economía, que es un punto de vista más populista para no confinar. No lo dicen abiertamente, pero eso es lo que pasa”.

Sentenció que para el caso de México, los confinamientos para evitar muertes debieron iniciar desde noviembre, “ya sabíamos entre especialistas que había numeralia suficiente para demostrar que ya se tenía que haber confinado a la gente desde noviembre y no se hizo por los gastos y las campañas de gasto de aguinaldo (El Buen Fin). Ahora estamos sufriendo las consecuencias de ello. El manejo de la pandemia para evitar muertes (en México) no ha sido su objetivo en ningún momento”.

México lideró muertes de embarazadas desde septiembre: ONU

En septiembre de 2020, más de 60,000 mujeres embarazadas en América Latina se han contagiaron de COVID-19, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y de éstas, “unas 458 embarazadas o posparto han muerto, la mayoría en México, que ha registrado 140 fallecimientos y 5574 casos entre embarazadas y posparto”.

El segundo país con más casos es Brasil, con 135 muertes entre 2256 mujeres que tuvieron COVID-19, en el mismo periodo, y le siguieron Estados Unidos con 44 muertes entre 20.798 casos; Colombia con 40 muertes entre 2726 mujeres embarazadas; y Perú con 35 muertes entre 19.909 mujeres embarazadas y posparto.

Por su parte, el Observatorio de Mortalidad Materna, destacó que 934 mujeres murieron durante 2020 en el embarazo, durante o después del parto en México, según la Dirección General de Epidemiología. En 2020 la mortalidad materna —la relación entre las muertes maternas y los nacidos vivos por cada 100,000 nacimientos— aumentó 46%, de acuerdo con lo que significó volver a los niveles de hace 10 años.

En lo que va de las primeras cuatro semanas de 2021, el problema se ha agravado, ya que se han presentado 111 muertes, un 105% más que en enero del año pasado, solamente de manera oficial.

La tormenta perfecta en el Sector Salud en México se dio con la implementación del llamado Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) el cual ni operó el abasto de medicamentos, pero sí obstaculizó las consultas prenatales, las cuales se redujeron a la mitad durante los primeros meses, pese a ser un grupo vulnerable.  

Con información de Insabi, Mexicanos Unidos Contra la Corrupción y la Organización de las Naciones Unidas.