La inteligencia artificial (IA) está entrando a las empresas a un ritmo acelerado, pero muchas aún no están preparadas para aprovecharla plenamente. Así lo revela un estudio global de EPAM Systems (From Hype to Impact: How Enterprises Can Unlock Real Business Value with AI), que encuestó a más de 7,300 líderes y desarrolladores de grandes compañías en nueve países.

Desde que ChatGPT irrumpió en 2022, la IA generativa ha revolucionado la forma en que se procesan datos, se automatizan tareas y se interactúa con clientes. Sin embargo, el entusiasmo no siempre va acompañado de una estrategia sólida para integrar la tecnología en toda la organización.

Aunque casi la mitad de las empresas consultadas se consideran “avanzadas” en su uso de IA, solo un 30% ha logrado escalarla con éxito a nivel corporativo. En la práctica, la mayoría sigue enfocándose en “quick wins” —proyectos de impacto inmediato— en lugar de construir capacidades que aseguren resultados sostenidos.

IA transforma las finanzas corporativas; mejoran retornos con su aplicación

El informe advierte que para madurar en IA no basta con tener modelos predictivos o asistentes virtuales. Se requiere alinear tecnología, datos, ciberseguridad, gobernanza y talento humano para que la IA se convierta en una palanca real de valor. Esto implica integrarla en los objetivos estratégicos del negocio, no solo en procesos aislados.

Las empresas que han dado ese paso ya están viendo beneficios significativos: Más de la mitad de las consideradas “disruptoras” atribuyen a la IA más del 50% de sus utilidades previstas para 2025. El resto corre el riesgo de quedarse atrás en una carrera donde la ventaja competitiva dependerá de cómo se ejecute la estrategia tecnológica.

Puntualiza el informe que la adopción de IA no es un destino rápido, sino un camino que exige visión a largo plazo, inversión en capacidades y una integración inteligente con la estrategia empresarial.