|  

Especialistas mencionan que se ve una transparencia mínima para la mayoría de los tenedores de bonos en el extranjero que invirtieron en la entidad, un aspecto que mostraría que las corporaciones mexicanas recurren a procesos judiciales opacos y complejos.

2 No me gusta1

Después de que Crédito Real SAB incumplió con el pago de 1,900 millones de dólares en 2022 y se embarcó en un proceso de liquidación en un tribunal de la Ciudad de México, los bonistas extranjeros que invirtieron en la entidad no saben cuánto dinero recuperarán.

Ahora, los abogados presionan por un acuerdo que, según dicen, permitiría a los acreedores recuperar hasta 23 centavos por dólar. La posibilidad de una resolución ha impulsado los precios de los bonos a alrededor de 13 centavos, desde un mínimo de un centavo el año pasado.

Pero incluso si el proceso es exitoso, inversionistas dicen que se gesta un patrón: las corporaciones mexicanas recurren a procesos judiciales opacos y complejos donde dicen que se les paga primero a los bancos e inversionistas locales, a menudo en detrimento de los tenedores extranjeros.

Hasta ahora ha habido una transparencia mínima para la mayoría de los tenedores de bonos en el extranjero, dijo Oren Barack, director gerente de renta fija de Alliance Global Partners, con sede en Nueva York, que ha estado negociando los bonos.

 

El proceso de Crédito Real y los bonistas extranjeros está sentando un mal precedente que, si continúa, impedirá que las empresas mexicanas accedan al capital internacional.

 

Los abogados de Crédito Real habían argumentado ante un juez de Delaware que los tenedores de bonos estaban tratando de obligar a la compañía a declararse en quiebra en Estados Unidos sin “mérito” y desconociendo la legitimidad de los procedimientos locales.

Stanislav Bozhenko, un analista de renta fija que hizo una inversión personal en bonos de Crédito Real, dijo que estaba frustrado por la falta de detalles disponibles sobre cuánto se había pagado a los bancos. “No hemos visto ningún documento. El proceso fue completamente opaco”, comentó.

Los bonos en dólares están en gran parte en manos de inversionistas globales, mientras que los locales favorecieron certificados bursátiles fiduciarios que, según un comunicado, la compañía amortizó a principios de enero.

Además, no ha presentado estados financieros desde el cuarto trimestre de 2021 y no ha publicado información financiera auditada desde 2020, lo que, según Bozhenko, dificulta estimar un valor de recuperación. Otro inversionista señaló que cobrar los préstamos restantes sería difícil.

 

 

/Con información de Bloomberg/