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La fuga de cerebros y la relocalización de empresas están teniendo un fuerte impacto en la economía de México debido a que el país se priva de sus trabajadores más talentosos y educados, mientras que el nearshoring requiere de mano de obra calificada para trabajar.

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México es uno de los países más afectados por la fuga de cerebros, un tema que ya lleva creciendo más de 3 décadas. En los últimos años, un gran número de profesionales mexicanos han abandonado el país en busca de mejores oportunidades en el extranjero, por lo que esta fuga de talento ha tenido un impacto negativo en la economía de México, ya que ha privado al país de sus trabajadores más talentosos y educados.

“La razón principal no es nada más un tema económico, de buscar oportunidades de un mejor salario en otros lugares, como Estados Unidos; también, al enfocarnos en gente altamente capacitada, es un tema de oportunidad de crecimiento, en donde las nuevas tecnologías, las nuevas modalidades y movimientos importantes se dan en otros lugares que no son México”, explicó Pablo Fájer, CEO de Codifin.

En entrevista con Real Estate Market & Lifestyle, agregó que en donde se genera más impacto es justamente en los sectores de más capacitación, como la investigación o la tecnología. Varios profesionistas ven mayores oportunidades en otros países para la investigación y la tecnología por las inversiones en dichas áreas que les brindan la oportunidad de crecer, sin olvidar que los salarios son 4 veces más altos en EU que en México.

“Pero también hay una oportunidad para que estén a la vanguardia de lo que está ocurriendo en el tema de tecnología. Además, la fuga de cerebros afecta también a los sistemas educativos y de investigación en México, ya que esa pérdida de talento y experiencia que se va, no se recupera”, indicó el experto.

 

“Se ha vuelto un tema de ganar-ganar, y ha sido un movimiento que ha apoyado mucho a que las personas talentosas se quieran quedar en México sin ser afectados en sus salarios, porque empresas de tecnología, cada vez más suben su oferta salarial a los programadores”.

 

Justamente, para mitigar esta fuga de cerebros está el tema del nearshoring, ya que empresas de EU se dan cuenta que en el país hay un súper talento tecnológico y por eso están trayendo inversión, para aprovechar esos talentos y que no se vayan a otro país.

Ahora bien, cuando las empresas mexicanas se dan cuenta que su competencia americana que opera en México ofrece salarios más altos, tienen que estar a su nivel para atraer ese talento.

El tema del nearshoring ha hecho que la oferta de programadores en México suba mucho y que estos mismos programadores ya no solamente trabajen en empresas americanas, sino también empiecen a migrar a empresas mexicanas.

Para resolver la fuga de cerebros en el país, hay que competir con las ofertas que hay en otros lugares, para que no se quieran ir.

Otro beneficio de la relocalización de empresas es que trae las mejores prácticas de países más desarrollados, como EU, en cuestión de nuevas tecnologías e innovaciones. “Y empresas que están en esa industria, pueden empezar a replicar esas nuevas innovaciones y en conjunto van elevando el nivel, lo que beneficia mucho al país”.

 

La fuga de cerebros en México también repercute en la competitividad del país.

 

Si no se hace algo para retener al talento, una de las posibles consecuencias a largo plazo de la fuga de cerebros en México, es la pérdida de los mejores talentos, quienes generalmente están innovando en el país y los que están haciendo que sea competitivo.

“Perderíamos mucha competitividad en México, y creo que hoy en día estamos en un momento en el que cada vez más gente extranjera quiere traer operaciones a México; y es tarea nuestra facilitar que empresas entren al país México para justamente mejorar la oferta que hay para esta gente y que no quiera irse a laborar a otros países”.

El experto recomendó que es mejor invertir en el talento en lugar de estar buscando a nueva gente para que entre a la empresa. La parte de la inversión, señaló, es muy importante, invertir en programas de crecimiento, de desarrollo, de certificaciones constantes, etcétera, para que este mismo talento se sienta motivado de crecer en la empresa.

“Se habla mucho de fuga de talento, de cómo podemos empezar a perder competitividad por ese talento tan bueno que se va. Creo que hoy en día estamos en un momento en el que, gracias a muchos factores, tenemos la oportunidad de no tener que hacer regulaciones para limitar la salida del talento, sino mejorar las ofertas para que esa misma gente se quiera quedar por el tema del nearshoring”, concluyó Fájer.