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En 2024, la economía de China debería recuperarse de manera constante, respaldada por políticas monetarias, financieras y fiscales bien calibradas y específicas. El sector bancario es sólido y las condiciones crediticias generales deberían mejorar.

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Las condiciones en el sector inmobiliario siguen siendo difíciles en China, pero se espera que pronto toque fondo y se recupere gradualmente a medida que las medidas de política introducidas desde la segunda mitad de 2022 ganen más fuerza. El espacio de políticas para salvaguardar la estabilidad macro y apoyar la recuperación económica sigue siendo considerable, a pesar del gran estímulo fiscal de los últimos años.

Hacia el futuro, dados los sólidos fundamentos macroeconómicos de China, el país debería intensificar sus esfuerzos para lograr un crecimiento de alta calidad que sea resiliente, inclusivo y sostenible. Deben abordarse los desafíos relacionados con el envejecimiento de la población, el alto apalancamiento y la fragmentación geoeconómica.

Lo anterior se desprende del Informe de Consulta Anual de 2023 sobre China dado a conocer por la Oficina de Investigación Macroeconómica (AMRO) de la ASEAN+3. Este informe se preparó con base en la visita de consulta anual de AMRO a China en junio de 2023, y a los datos e información disponibles hasta el 17 de enero de 2024.

 

 

Recuperación y crecimiento

Se espera que la economía de China siga recuperándose y vuelva a su trayectoria tendencial en 2024. La economía se recuperó con fuerza en el primer trimestre de 2023, tras la reapertura económica a finales del año previo. A esto le siguió una marcada desaceleración en el segundo trimestre a medida que los vientos en contra se intensificaron, y luego un repunte significativo en el tercer y cuarto trimestre. Para el año, el crecimiento del PIB fue de un acreditable 5.2%. Dados los sólidos fundamentos macroeconómicos de China, la economía debería estabilizarse aún más y ganar más impulso este año.

 

AMRO pronostica un crecimiento del PIB del 5.3% en 2024, con riesgos moderadamente inclinados a la baja, y del 4.9% en 2025. El consumo será el principal motor del crecimiento económico este año y el próximo, respaldado por nuevas mejoras en las condiciones del mercado laboral.

 

En la última parte de 2024 y en 2025, se espera que la inversión gane mayor impulso debido a la expansión de la infraestructura tradicional, la construcción de infraestructura moderna y avanzada, inversiones sólidas en manufacturas y servicios de alta tecnología, así como una recuperación gradual del sector inmobiliario. Las exportaciones deberían recuperarse en 2024 a medida que se avance más en el cambio de rumbo del ciclo de la electrónica.

 

Riesgos y vulnerabilidades

La balanza de riesgos se inclina moderadamente a la baja en el corto plazo, con algunos desafíos difíciles a nivel interno y varias incertidumbres importantes en el exterior. Probablemente, la recuperación del sector inmobiliario será gradual y podría volver a tambalearse.

"Las mayores tensiones financieras sobre algunos gobiernos locales podrían afectar negativamente a la recuperación económica de las regiones afectadas. El elevado apalancamiento sigue siendo una vulnerabilidad clave en algunos sectores de la economía, y es necesaria la aplicación prudente de medidas efectivas para evitar el riesgo de dificultades financieras, que serían un lastre para la economía”, indica el informe.

Con respecto al entorno externo, plantea múltiples desafíos, en particular el riesgo a corto plazo de una desaceleración económica mundial más pronunciada de lo esperado. Las tensiones geopolíticas podrían escalar aún más, incluida una ampliación de la competencia tecnológica entre China y Estados Unidos a otras áreas de comercio e inversión, con consecuencias adversas para el país asiático y la economía global.

 

Los desafíos perennes, como el envejecimiento de la población, las disparidades socioeconómicas y el cambio climático requieren acciones con visión de futuro para abordarlos de manera efectiva. La multitud de riesgos a corto plazo y desafíos a largo plazo ejercerán una presión persistente sobre los recursos financieros y la capacidad política de China, lo que requerirá esfuerzos continuos para implementar reformas estructurales.

 

Y para impulsar el potencial de crecimiento de la economía, es importante que China invierta más en investigación y desarrollo y capital humano, para fortalecer las funciones del mercado y el espíritu empresarial, y colaborar con otros países para defender y fortalecer el sistema de comercio multilateral, concluye el análisis.