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El proyecto presentó varios cambios, que ante la pandemia, aceleraron su aceptación por espacios y necesidad de sana distancia.

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Los amplios espacios en las Terminales III y IVa en Cancún, así como las tecnologías implementadas para su operación, permiten que la afluencia de visitantes se realice con todas las medidas de seguridad pertinentes. El Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR), empresa que administra el Aeropuerto Internacional de Cancún, proyectó la construcción de ambas terminales haría frente a la alta demanda de vuelos nacionales e internacionales en ese sitio turístico.

Después de completar con éxito la Terminal III, la firma contratada por ASUR para gestionar la construcción de la nueva Terminal IV, dio a conocer que el reto se centró en el proyecto que cuenta con una extensión de 80,000 metros cuadrados.

“Durante cuatro años en los que se trabajó en la Terminal IV, se construyó una plataforma comercial, rodaje conector, estacionamiento, áreas verdes, entre otras áreas con una inversión aproximada de alrededor de 1,600 millones de pesos”, destacó Alfredo Escobedo, Gerente de Proyecto de JLL.

La firma responsable de la Gerencia de Proyectos de las Terminales III y IV, concluidas en el 2007 y 2017, se centró en tres frentes de diseño:

Proyecto Lado Aire, con un diseño para áreas de operación en plataforma comercial, soporte de aeronaves y mantenimiento.
Proyecto Lado Tierra, con áreas de operación de terrenos, estacionamiento público y transporte terrestre.
Proyecto de Edificio Terminal para utilizar las instalaciones de pasajeros, aerolíneas y autoridades.

Escobedo recordó que el proyecto arquitectónico inicial tuvo modificaciones por instrucción del cliente, por lo que la firma tuvo que tomar varias decisiones ejecutivas para cumplir cabalmente con los tiempos establecidos, ya que existía el riesgo de que algunos de los terrenos tuvieran cenotes, que no permitieran la construcción, por lo que fue necesario hacer estudios de suelo muy detallados y cimentaciones de suelo complicadas.

La Terminal IV es la única con Certificación LEED Plata en México, pero “para conseguir este objetivo, fue necesario eficientar sistemas de aire acondicionado, de iluminación natural y artificial, reutilización del agua pluvial con una reingeniería enfocada”, destacó el directivo.