|  

Especialistas señalan que, teniendo como base un viñedo, ha crecido la oferta hotelera e inmobiliaria residencial.

8 No me gusta1

En el Valle de Guadalupe, en Baja California, se proyectan más construcciones de hoteles boutique; esto, gracias al éxito de su ruta del vino y que se ha replicado en Guanajuato, Chihuahua y Coahuila, generando una destacada derrama económica y desarrollo inmobiliario. 

En Querétaro, por ejemplo, la ruta del arte, queso y vino (Tequisquiapan, Ezequiel Montes, Bernal y Cadereyta, entre otros) se ha convertido en el segundo producto turístico, con la recepción de 800 mil turistas hospedados en hotel y una derrama de 3 mil 700 millones de pesos anuales.

Pedro Delgado Beltrán, director de la compañía boutique de servicios inmobiliarios Hospitality de NKF, indicó que fue gracias a un grupo de emprendedores propietarios de vitivinícolas que se decidió darle un impulso al turismo a través del vino en la región de Tijuana-Ensenada; que hoy incluye catas personalizadas, una cocina fusión, conocida como Bajamed, Baja-Mediterránea. Lo que le ha dado un toque gastronómico a la experiencia a través de sus maridajes, sumando actividades de ecoturismo, de la música, de las artes y del mundo sibarita.

Indicó que teniendo como base un viñedo, ha crecido la oferta hotelera e inmobiliaria residencial -sobre todo para segundas residencias o vivienda vacacional-  en zonas como San Miguel de Allende, en Guanajuato, en Tequisquiapan, Ezequiel Montes o Colón, en Querétaro; donde el costo de producción se cubre con la cuota de mantenimiento o como parte del precio del predio.