En una de las transacciones más relevantes para el sector turístico del Caribe, la cadena estadounidense Hyatt Hotels Corporation acordó la venta de 15 inmuebles hoteleros por un valor de 2,000 millones de dólares a Tortuga Resorts, una alianza entre la firma de inversión global KSL Capital Partners y Rodina, el fondo mexicano liderado por los hermanos Andrés y Felipe Chico Hernández, hijos del presidente de ASUR, operador del aeropuerto de Cancún.
Hyatt seguirá operando 13 hoteles por 50 años
A pesar de desprenderse de la propiedad de los inmuebles, Hyatt conservará la operación de 13 de los 15 resorts bajo contratos de gestión por 50 años. Esto le permitirá continuar generando ingresos por comisiones y fortalecer su programa de fidelización de clientes. Además, si se cumplen ciertos objetivos de desempeño operativo, Hyatt podría recibir hasta 143 millones de dólares adicionales.
La mayoría de los resorts vendidos operan bajo el modelo todo incluido, un segmento en auge que Hyatt ha impulsado desde su alianza con Playa y con la integración previa de Apple Leisure Group. Algunos de los hoteles involucrados cambiarán de marca, como en el caso del Hilton Playa del Carmen, ahora reconvertido en Hyatt Vivid Península, y otros que antes operaban bajo Hilton o Wyndham, que ahora serán gestionados bajo enseñas como Secrets y Dreams.
Rodina y KSL: Apuestas de largo plazo por la hospitalidad
En esta operación, BDT & MSD Partners actuó como asesor financiero de Hyatt, mientras que Goldman Sachs representó a los compradores. Berkadia fungió como asesor inmobiliario y firmas como Latham & Watkins y Simpson Thacher se encargaron del soporte legal.
La operación no solo consolida a Hyatt como una potencia operadora en el Caribe, sino que posiciona a Rodina y KSL como nuevos protagonistas en la propiedad y reposicionamiento de resorts de alto valor en destinos clave para el turismo internacional.
Con información de elceo.com, hosteltur.com y reportur.com