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El futuro de las ciudades inteligentes en México depende de dos pilares: certeza jurídica y financiamiento confiable. Sin reglas claras, inversión formal ni coordinación pública y privada, la transformación urbana no podrá avanzar.

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Para que México avance hacia la construcción de ciudades inteligentes, no basta con innovación tecnológica o buenos proyectos urbanos. Expertos en finanzas y derecho coincidieron en que el verdadero punto de partida es garantizar certeza jurídica y contar con esquemas de financiamiento confiables que atraigan inversión nacional y extranjera.

 

Durante el Foro Smart City 2025: Construyendo las Ciudades del Futuro, organizado por la Cámara de Comercio e Industria Franco-Mexicana, especialistas de Banorte, Nacional Financiera (NAFIN), Bancomext y la firma jurídica Santamarina + Steta señalaron que sin reglas claras, estabilidad legal y colaboración entre gobierno, iniciativa privada y sociedad, el desarrollo urbano simplemente no despegará.

 

Confianza para invertir: leyes claras y estables

Juan Carlos Machorro, socio de Santamarina + Steta, explicó que uno de los mayores retos es la incertidumbre legal. Cambios constantes en las reglas, modificaciones a políticas públicas o falta de cumplimiento generan desconfianza entre inversionistas.

“Necesitamos un marco jurídico transparente y estable. Que las reglas se respeten y no se modifiquen cada año”, insistió.

También señaló que, aunque existen proyectos urbanos innovadores y con gran potencial, aún se recurre a esquemas tradicionales de financiamiento. Esto abre la oportunidad de crear fondos especializados en sostenibilidad, movilidad inteligente y regeneración urbana.

El dinero existe; falta alinearlo a una visión de ciudad

Desde la banca comercial, Juan Díaz, representante de Banorte, destacó que México sí cuenta con mecanismos de financiamiento para infraestructura, vivienda, energía y movilidad. Sin embargo, el problema está en la falta de coordinación entre gobiernos municipales, estatales y federales.

 

 

“Los recursos están, pero sin políticas públicas alineadas será difícil avanzar hacia ciudades inteligentes,” dijo.

 

Díaz subrayó que el país no puede frenar su desarrollo urbano por falta de planeación o visión a largo plazo.

 

Empresas formales, pieza clave para una ciudad inteligente

Ismael Villanueva, de NAFIN y Bancomext, puso el foco en otro tema crucial: integrar a las pequeñas y medianas empresas a la formalidad. Solo así podrán acceder a créditos, capacitarse y participar en proyectos de infraestructura urbana.

También habló de rentabilidad social, es decir, proyectos que no solo generen ganancias económicas sino también beneficios reales para las comunidades, como inclusión, empleo, movilidad y calidad de vida.

Colaboración y sostenibilidad: el camino hacia la ciudad del mañana

El foro concluyó que la transformación urbana de México requiere de tres pilares fundamentales:

  • Certeza jurídica para generar confianza.
  • Financiamiento accesible y bien dirigido hacia proyectos sostenibles.
  • Colaboración público-privada que integre comunidad, iniciativa privada y gobierno.

 

Sin estos elementos, la ciudad del futuro seguirá siendo una idea. Con ellos, puede convertirse en una realidad sostenible, eficiente y humana.