El mercado inmobiliario industrial de México mantiene su dinamismo rumbo al cierre de 2025, impulsado por una demanda estable y un volumen de oferta que continúa creciendo, de acuerdo con el reporte más reciente de la plataforma Solili correspondiente a octubre.
Con lo que respecta al arrendamiento de naves industriales, el mes cerró con cerca de 500 mil metros cuadrados colocados, cifra que representa una baja anual del 8 por ciento. La mayor demanda se concentró en la Ciudad de México (23%), Monterrey (21%) y Querétaro (15%), lo que confirma su posición como los principales polos industriales del país.
La desocupación registró un comportamiento moderado, con 73 mil metros cuadrados liberados durante el mes; sin embargo, en la comparación anual, esta cifra representa un incremento del 35 por ciento. Los mercados con mayores liberaciones fueron Guadalajara (30%), Monterrey (19%) y Mexicali (15%).
Mientras que, la tasa de vacancia nacional se ubicó en 4.4%, equivalente a 4.9 millones de metros cuadrados disponibles, y mantiene una tendencia ascendente. En los últimos doce meses, el inventario disponible aumentó en más de 2 millones de metros cuadrados. Las vacancias más altas se localizan en la franja fronteriza, destacando Tijuana (8.3%), Mexicali (6.3%) y Reynosa (6.0%); mientras que Aguascalientes y Puebla registran las más bajas, ambas con 1.5 por ciento.
No obstante, el volumen total de construcción muestra una moderación. Al cierre del mes, México reportó 4.5 millones de metros cuadrados en desarrollo, un 24% menos que en octubre de 2024. Aun así, Monterrey y la capital del país siguen encabezando la expansión, con 31% y 18% de la superficie en obra, respectivamente.
En cuanto al precio promedio de renta industrial, este alcanzó los 7.33 dólares por metro cuadrado al mes, un incremento anual del 6 por ciento. La Ciudad de México sigue siendo el mercado más caro, con un promedio de 9.79 dólares, mientras que Guanajuato se mantiene como el más competitivo, con 5.04 dólares por metro cuadrado.
Y en un entorno de ajuste monetario —tras la reducción de la tasa de referencia del Banco de México a 7.5% en septiembre— y con la próxima revisión del T-MEC en el horizonte, el mercado industrial mexicano demuestra resiliencia y capacidad de adaptación.


