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El 2016 fue un año extraordinariamente bueno para el mercado inmobiliario de oficinas, pero el futuro inmediato anticipa una sobreoferta de espacios.

Ante los diversos cambios legislativos recientes, en la Ciudad de México (CDMX) sí hubo un avance en el tema de desarrollo de inmuebles, pero el proceso tuvo varias fallas, desconocimiento político y desencuentros.

Por ahora el Real Estate es más un mercado de inversionistas locales, de quiénes pueden realizar sus inversiones en pesos con retornos en la misma moneda, y que tienen un perfil de largo plazo para superar este ciclo de desaceleración.

Hay que tener la capacidad de reducirse y estar listo también para volver a crecer. Los que logren pasar los momentos difíciles son quienes que se podrán volver a levantar.

Todavía no hemos llegado al clímax de lo que somos capaces de hacer en la industria de Real Estate. Tenemos mucho camino por recorrer debido al rezago existente en vivienda, porque México sigue siendo un país donde la clase media está en expansión y que también experimenta el cambio de un bono demográfico creciente a un ritmo de 10 millones de habitantes por década.