La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa tecnológica para el comercio electrónico, sino una realidad que está redefiniendo la manera en que las personas buscan, eligen y compran productos en línea.
Cada vez más consumidores utilizan asistentes como ChatGPT, Copilot o Gemini para comparar opciones, resolver dudas y recibir recomendaciones personalizadas antes de realizar una compra. De hecho, 39% de los compradores digitales ya usan IA para investigar productos, y un abrumador 92 % asegura que estas herramientas mejoran su experiencia de compra.
Frente a este nuevo comportamiento, las empresas están adoptando soluciones como chatbots conversacionales, asistentes inteligentes y motores de recomendación con lenguaje natural, que imitan la atención personalizada de un vendedor, pero con disponibilidad 24/7 y capacidad para ajustarse en tiempo real a las preferencias del cliente.
Estos asistentes no solo guían a los usuarios en su navegación, sino que también intervienen en momentos clave del proceso, como cuando hay dudas sobre envíos, devoluciones o descuentos. Su impacto se refleja en una menor tasa de abandono de carritos y en un mayor nivel de confianza por parte del consumidor.
“La IA no se limita al sitio web; muchas empresas ya optimizan sus contenidos para que puedan ser entendidos y recomendados por plataformas externas basadas en IA”, explicó Mario Juárez, director de cuentas en Adobe. Esto ha llevado a una evolución del SEO tradicional hacia un nuevo enfoque: el “SEO conversacional”, donde las descripciones de productos deben responder de manera natural a las preguntas que hacen los usuarios.
En este entorno más ágil y eficiente, las marcas que logren integrar con éxito asistentes inteligentes en su experiencia de compra no solo verán mejores tasas de conversión, sino que también ganarán la lealtad del cliente, que encontrará en ellos un aliado confiable en su recorrido digital.