La inteligencia artificial (IA) avanza con fuerza en múltiples ámbitos y la industria de la moda no es la excepción. Esta tecnología está redefiniendo la manera en que las marcas diseñan, producen y comercializan sus colecciones y transforman la relación con los consumidores mediante experiencias más personalizadas y sostenibles.
Herramientas como las desarrolladas por North Face utilizan algoritmos para analizar preferencias individuales y recomendar productos de manera personalizada, estableciendo un nuevo estándar de interacción entre marcas y clientes.
El impacto no se limita al terreno creativo: La implementación de la IA en la moda plantea desafíos laborales y éticos. La automatización genera dudas sobre el futuro del empleo en la industria, mientras que la proliferación de modelos digitales abre debates sobre representación, diversidad y autenticidad en campañas.
Para voces del sector, como José Nogal, director de Trendy Management, la IA debe asumirse como una oportunidad y una responsabilidad: “La inteligencia artificial no es solo una herramienta, sino una oportunidad para reimaginar la moda. Nos permite ser más eficientes, sostenibles y creativos. Sin embargo, debemos atender también los desafíos éticos y sociales que plantea”.