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El peso inicia con apreciación de 7.4 centavos, cotizando 20.34 pesos por dólar, con el tipo tocando mínimo de 20.30 y máximo de 20.43 pesos.

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En los mercados financieros globales se ha elevado el apetito por riesgo. En el mercado cambiario la mayoría de las divisas gana terreno frente al dólar, en donde las divisas más apreciadas son el dólar neozelandés ganando 0.93%, el dólar australiano con 0.78% la corona noruega con 0.78% y el zloty polaco con 0.73%. Por su parte, el dólar estadounidense muestra un debilitamiento de 0.37%.

Las principales mezclas de petróleo inician con ganancias, impulsadas por 1) la expectativa de que la demanda continuará incrementando por la temporada de invierno y 2) el debilitamiento del dólar estadounidense.

El WTI inicia cotizando en 83.33 dólares por barril, con un aumento de 1.08% en su precio.
En Japón el índice de Nikkei 225 avanzó 0.65%, mientras que el índice Hang Seng de Hong Kong avanzó 1.49%.

El optimismo en el mercado de capitales continúa impulsado por la temporada de reportes trimestrales, pues cerca del 81% de las empresas dentro del S&P 500 que han publicado sus resultados han superado las expectativas del mercado. Entre las empresas que reportan hoy se destacan J&J, Netflix y P&G.

En México también inició la temporada de resultados trimestrales, con Nemak reportando una pérdida neta de 575 millones de pesos, contrario a lo que esperaba el mercado de una utilidad de 780 millones, debido a las dificultades enfrentadas por la escasez de chips semiconductores.

De las empresas de la Bolsa Mexicana de Valores hoy se destaca la publicación trimestral de América Móvil.

A pesar del optimismo generalizado, permanece el riesgo a las mayores presiones inflacionarias, ante las disrupciones en las cadenas de suministro y la crisis energética.

En el caso de México, además del riesgo de una estanflación, está el riesgo asociado con la iniciativa de la reforma eléctrica, la cual se espera que se someta a votación en diciembre.

La reforma tiene el potencial de frenar el crecimiento económico del país al inhibir la inversión privada, adicionalmente podría generar presión sobre las finanzas públicas aumentando la probabilidad de un recorte en la calificación crediticia, así como aumentar el ritmo de salidas de capitales de México.