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Una llamada telefónica entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y su homólogo estadunidense, Donald Trump, evitó la inminente entrada en vigor de nuevos aranceles del 30% a productos mexicanos.

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El resultado del diálogo fue una extensión de 90 días bajo las condiciones actuales, lo que da margen a ambos gobiernos para negociar un nuevo acuerdo comercial de largo plazo.

 

Accedió el presidente Trump a la prórroga tras una conversación calificada como “cordial y productiva”. En sus redes sociales el presidente Trump escribió que hablará con México durante los próximos 90 días con el objetivo de firmar un acuerdo comercial dentro de ese plazo, o incluso más.

 

Mientras tanto, se mantendrán los aranceles actuales, como el 25% a automóviles, el 50% al acero, aluminio y cobre, y las restricciones al fentanilo. A cambio, México se comprometió a eliminar barreras no arancelarias que, según Washington, obstaculizan el comercio bilateral.

La llamada ocurrió el jueves 31 de julio, justo antes de que venciera el plazo anunciado por Trump para imponer los nuevos gravámenes.

 

Por su parte, la presidenta Sheinbaum publicó en sus redes sociales que: “Tuvimos una muy buena llamada con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Evitamos el aumento de aranceles anunciado para mañana y logramos 90 días para construir un acuerdo de largo plazo a partir del diálogo.

 

“… Se mantienen los aranceles para automotriz, aunque con un descuento con las partes fabricadas en Estados Unidos, México y Canadá”, indicó Sheinbaum.

De acuerdo con las reglas de origen del T-MEC el 75% de los insumos debe ser contenido regional (territorio T-MEC); esto es muy positivo.

 

 

Comentó además que la acompañaron Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores; Marcelo Ebrard, secretario de Economía, y Roberto Velasco, subsecretario para América del Norte.

En opinión de Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, “es positivo que se haya extendido 90 días el plazo para la imposición de arancel del 30%, sobre todo porque este arancel no se está cobrando al pie de la letra. De los aranceles del IEEPA es muy poquito lo que se está cobrando, más bien son los aranceles sectoriales los que sí se están aplicando al pie de la letra y ahora se agrega también un arancel del 50% al cobre, pero que se supone que no se suma a otros aranceles”.

 

Agregó que “México queda igual, sigue la afectación obviamente sobre la industria automotriz, sobre las industrias del acero, aluminio y el adicional del cobre que no está en los aranceles del IEEPA. Con todo esto, se espera que las exportaciones automotrices de acero y aluminio sigan a la baja, mientras que podrían seguir creciendo las de equipo de cómputo. Con todo esto, se estima que las exportaciones de México este año crecerán alrededor del 6 por ciento”, concluyó.