El resultado del diálogo fue una extensión de 90 días bajo las condiciones actuales, lo que da margen a ambos gobiernos para negociar un nuevo acuerdo comercial de largo plazo.
Mientras tanto, se mantendrán los aranceles actuales, como el 25% a automóviles, el 50% al acero, aluminio y cobre, y las restricciones al fentanilo. A cambio, México se comprometió a eliminar barreras no arancelarias que, según Washington, obstaculizan el comercio bilateral.
La llamada ocurrió el jueves 31 de julio, justo antes de que venciera el plazo anunciado por Trump para imponer los nuevos gravámenes.
“… Se mantienen los aranceles para automotriz, aunque con un descuento con las partes fabricadas en Estados Unidos, México y Canadá”, indicó Sheinbaum.
De acuerdo con las reglas de origen del T-MEC el 75% de los insumos debe ser contenido regional (territorio T-MEC); esto es muy positivo.
Comentó además que la acompañaron Juan Ramón de la Fuente, secretario de Relaciones Exteriores; Marcelo Ebrard, secretario de Economía, y Roberto Velasco, subsecretario para América del Norte.
En opinión de Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, “es positivo que se haya extendido 90 días el plazo para la imposición de arancel del 30%, sobre todo porque este arancel no se está cobrando al pie de la letra. De los aranceles del IEEPA es muy poquito lo que se está cobrando, más bien son los aranceles sectoriales los que sí se están aplicando al pie de la letra y ahora se agrega también un arancel del 50% al cobre, pero que se supone que no se suma a otros aranceles”.