Consumo pierde dinamismo en 2T; enfrentará presión en los próximos meses
Las ventas al menudeo en México mostraron un tropiezo en junio de 2025. De acuerdo con cifras del INEGI los ingresos minoristas crecieron 2.3% anual con cifras ajustadas por estacionalidad, pero registraron una caída mensual de 0.4%, lo que significó su segundo retroceso en lo que va del año.
Por Jesús Arias
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De acuerdo con un análisis de BX+, el menor dinamismo estuvo relacionado con la caída de 5.9% en las ventas de tiendas departamentales, afectadas por una menor confianza del consumidor, cambios en los hábitos de compra y una reducción en el tráfico derivada de la temporada de lluvias.
En contraste, las ventas por internet mostraron un fuerte repunte, impulsadas por las promociones del Hot Sale, mientras que las tiendas de autoservicio apenas avanzaron 0.1 por ciento.
Si bien la tasa de desempleo se mantiene estable en torno al 2.7%, el consumo privado comienza a resentir la desaceleración en la creación de empleos formales, el deterioro en la confianza de los hogares y la menor entrada de remesas. A esto se suma que la inflación anual en junio superó el 4%, lo que limita el poder adquisitivo de las familias.
BX+ señala que el consumo podría encontrar cierto respaldo en el crecimiento de los salarios, la moderación de la inflación en alimentos y el fin de las lluvias, factores que favorecerían un mayor dinamismo hacia el cierre del tercer trimestre. Sin embargo, persisten riesgos: La incertidumbre económica, la baja generación de empleo formal y condiciones de crédito restrictivas —pese a los recortes recientes en la tasa de referencia del Banco de México— podrían limitar el gasto, particularmente en bienes y servicios discrecionales.
La evolución del consumo será clave para el desempeño de la economía mexicana, que, de acuerdo con las estimaciones de BX+, apenas crecería 0.5% en el año, en un entorno marcado por la cautela de los hogares y las empresas.
En este contexto, el grupo financiero anticipa que las ventas minoristas enfrentarán presiones en los próximos meses, derivadas del débil crecimiento económico, los altos precios y las elevadas tasas de interés reales. No obstante, si la incertidumbre disminuye y se modera el costo financiero, podría observarse una ligera recuperación hacia finales de 2025.