|  

Con la llegada de nueva oferta la tasa de disponibilidad de edificios clase A se incrementó a 19.72 por ciento.

2 No me gusta0

El mercado de oficinas de Querétaro llegó a medio millón de metros cuadrados (m2) de inventario de oficinas clase A durante el tercer trimestre del año, toda vez que no se ha detenido el ingreso de nuevos edificios al inventario.

Durante los meses julio-septiembre se incorporaron 17 mil m2 de espacios nuevos, lo que incrementó ligeramente la tasa de disponibilidad en el mercado de oficinas de Querétaro, para ubicarse en 19.72%, de acuerdo con un reporte de Newmark Knight Frank (NKF).

El analista de mercados de la firma de corretaje, Mauricio Mondragón, señaló que la absorción neta trimestral presentó nuevamente cifras negativas; sin embargo, reflejó una ligera recuperación respecto al trimestre anterior, en particular indicó que se triplicó los espacios ocupados en el tercer trimestre respecto a lo observado en el segundo, lo que consideró una buena señal.

Hay que recordar que la absorción neta incluye espacios ocupados, inventario nuevo y espacios desocupados.

La actividad señalada estuvo repartida en todos los submercados de la ciudad, aunque el corredor de Juriquilla fue el que más aportó a esta cifra, con más de 6 mil, 500 m” ocupados durante el trimestre.

También sobresalió un nuevo submercado, el Corregidora, tradicionalmente dominado por la presencia de edificios de oficinas clase B, pero en el trimestre se entregó el primer edificio clase A en la zona, que literalmente puso este submercado en el mapa de las oficinas corporativas, sumando 8 mil 502 m” al inventario. Se trata del mercado más pequeño de la ciudad, pues concentra el 1.6% de la superficie rentable en ese único edificio.

“A pesar de las difíciles condiciones para este mercado, la ciudad de Querétaro se ha mantenido relativamente estable durante la crisis, y no vemos caídas dramáticas en sus indicadores debido a que el sector de la construcción es uno de los más importantes en el país y dada la crisis económica es importante que no se paralice. Además de que para un desarrollador puede resultar más caro detener una obra cercana a concretarse que permitir que se termine el edificio y que dure más tiempo vacío, aquí lo delicado son los períodos de comercialización. Estos se están alargando sencillamente porque una economía con las condiciones actuales no facilita la creación de nuevas empresas ni el crecimiento de las ya existentes, además de que el modelo tradicional de ocupación de oficinas se está viendo entorpecido por la contingencia sanitaria”, señaló Mauricio Mondragón, analista de mercados de NKF.