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Para 2024, ven especialistas la recuperación del mercado inmobiliario en la Ciudad de México; destacan la importancia de la conectividad y la cercanía en las grandes urbes. Reducir el tráfico 20% podría aumentar 0.2% el crecimiento anual del PIB a nivel mundial.

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Luego de analizar lo sucedido el año pasado en el Real Estate, Adrián Hidalgo, Chief Commercial Officer en 4S Real Estate, comentó que el 2023 fue un año positivo para el mercado inmobiliario, en donde el mercado vertical a nivel nacional incrementó sus ventas. La Ciudad de México (CDMX) no fue la excepción al registrar un crecimiento de ventas de entre aproximadamente un 2.5 y un 5%, detalló.

“El segundo mercado más importante del país sigue siendo la CDMX, después de Guadalajara; lo más relevante es que empezamos a ver una recuperación en el mercado de la capital del país, después de varios años a la baja. Estamos seguros de que en 2024 veremos un repunte y fortalecimiento de esta recuperación”, complementó Enrique Téllez, co-director de desarrolladora del parque al participar en el webinar “Perspectivas y Oportunidades Inmobiliarias CDMX 2024” organizado por University Tower.

Hoy, dijo, es un momento interesante en la CDMX porque, por un lado, hay precios accesibles y atractivos para comprar vivienda y, por otro, al tener disminución en el inventario se generarán oportunidades hacia el futuro con nuevos proyectos, lo que traerá un mayor dinamismo en el mercado capitalino.

 

 

Al dar mayor detalle de la zona en la que se encuentra University Tower, los ponentes comentaron que en el 2023 detectaron:

  • 210 proyectos de niveles socioeconómicos B para arriba
  • Se vendieron 7,548 unidades, lo que representa un inventario de solo 6% del total de las unidades existentes en la zona
  • Con un precio promedio de inventario de $10.74 millones y precio promedio por metro cuadrado de $81,631 pesos

 

Indicaron en el análisis que el inventario actual representa una oportunidad de compra porque los proyectos nuevos vendrán con precios más altos para mantener la rentabilidad.

Señaló Téllez que entre el 2020 y el 2023, “el incremento de costos los absorbimos los desarrolladores de nuestro margen, pero en productos nuevos no es sostenible que no haya un margen razonable y eso se tiene que reflejar en los precios finales”.

 

Los especialistas coincidieron que la demanda se mantiene a niveles altos y por ello disminuye el inventario. “La dinámica poblacional en términos de creación de nuevas unidades familiares continúa, no solo hablamos de las familias tradicionales, los jóvenes se incorporan al mercado laboral y buscan comprar o rentar una unidad habitacional, eso no se ha frenado en la Ciudad de México”.

 

Cercanía y conectividad: tendencia en las grandes urbes

Después de analizar cómo está cambiando el mercado, cómo están cambiando las nuevas generaciones, qué están comprando y por qué ciertas zonas se vuelven más importantes, Adrián Hidalgo comentó que uno de los principales problemas en las grandes ciudades es la aglomeración urbana y, en consecuencia, la congestión que ello genera, dando a conocer los siguientes datos:

  • Los tiempos de retraso en las 50 ciudades más grandes del mundo son un 40% más altos de lo que deberían ser
  • La gente pasa cientos de horas al año en embotellamientos de tráfico
  • Reducir las horas de tráfico un 20% podría aumentar 0.2% el crecimiento anual del PIB a nivel mundial
  • En Latinoamérica, el costo de la congestión proyectado a 2030 asciende hasta un 6.5% del PIB en México

 

“Este costo se refleja en la calidad de vida. Hoy los habitantes de la Ciudad de México han visto mermada su calidad de vida, lo que provoca que la población en general, particularmente los jóvenes, empiecen a buscar lo que llamamos ‘una vida urbanita’, es decir, que vivo cerca del trabajo, porque entre mi residencia y mi lugar de trabajo voy a encontrar todo tipo de servicios que hacen la vida más agradable”, sostuvo Téllez.

Por lo que, los especialistas coincidieron en que una tendencia en las grandes urbes es que la ciudad sea la amenidad, es decir, tener cercanía con cultura, comercios, transporte, oficinas, escuelas, parques, hospitales, restaurantes y, por supuesto, vivienda.

 

Hidalgo expresó que “estar cerca de todo esto, con este equipamiento, es mejorar la calidad de vida, nuestro día a día, poder caminar, andar en bicicleta o usar transporte alterno, el poder llegar fácilmente a distintos sitios y atender de la mejor manera nuestras necesidades primarias”.

 

Finalmente, destacaron la importante de la conectividad, ya que las necesidades diarias ajenas al trabajo deben satisfacerse en máximo 20 minutos de traslado -caminando, en bicicleta o transporte alterno-, ya que diversos estudios muestran que, si la vivienda está fuera del centro y lejos de las opciones de trabajo, existe el riesgo de una alta tasa de abandono.