Poner en renta un departamento puede ser una excelente forma de generar ingresos, pero también implica una serie de responsabilidades y riesgos que no deben tomarse a la ligera.
- Contrato: Tu respaldo legal
Lo primero y más importante es formalizar el acuerdo con un contrato de arrendamiento claro y bien redactado. Este documento debe especificar el monto de la renta, fechas de pago, duración del contrato, uso permitido del inmueble y qué hacer en caso de incumplimiento. También se recomienda incluir una cláusula que prohíba el uso del inmueble para fines ilícitos.
Además, es fundamental solicitar identificaciones oficiales y referencias personales del inquilino. Tener esta información a la mano puede ser útil si se presenta algún problema legal más adelante.
- Póliza de fianza: Una red de protección
Una herramienta muy útil para propietarios es la póliza de fianza de arrendamiento, que actúa como un seguro en caso de que el inquilino deje de pagar la renta. Esta póliza ofrece cobertura por hasta un año y puede proteger tanto al dueño como al inquilino ante una posible disputa legal.
El costo ronda el 4% anual del monto total afianzado, y para contratarla se necesita presentar documentos como la escritura del inmueble (libre de gravamen), el contrato de arrendamiento, un avalúo de la propiedad y el historial crediticio del arrendatario.
- Seguro de responsabilidad civil: Cuida tu patrimonio
Otro producto que puede darte tranquilidad es el seguro de responsabilidad civil arrendatario, que cubre los daños materiales ocasionados al inmueble durante la estancia del inquilino. El costo varía según el valor de la propiedad y la ubicación, pero suele oscilar entre 2,000 y 10,000 pesos anuales.
Este tipo de seguro toma en cuenta factores como si la zona es propensa a inundaciones o sismos, y puede ser un buen complemento para proteger tu inversión.
- Asesoría profesional: Tu mejor aliada
Finalmente, no subestimes la importancia de contar con la guía de un experto en arrendamiento inmobiliario. Un profesional puede ayudarte a redactar un contrato adecuado, revisar antecedentes de inquilinos y guiarte en temas fiscales y legales.
¿Estás listo para dar el siguiente paso y convertirte en arrendador responsable?