Así lo destacó Héctor Ibarzabal, consejero de la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) y CEO de Fibra Prologis, durante un diálogo con la presidenta Claudia Sheinbaum, en el marco de una reunión con empresario que anunciaron nuevas inversiones en el país.
Según Ibarzabal, el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec representa un punto de inflexión para la inversión industrial en regiones donde históricamente no existía una dinámica relevante.
Indicó el CEO de Fibra Prologis que el desarrollo industrial sigue una lógica de cadenas de suministro consolidadas, en las que los clientes buscan ubicarse cerca de sus proveedores. Esto implica que no basta con atraer a una empresa ancla, sino que debe construirse un ecosistema completo de producción.
“Es muy difícil detonar un nuevo polo de desarrollo si no se garantiza también la relocalización de los proveedores y subproveedores. Es como llenar cubetas: Una vez que se llena una, se pasa a la siguiente. Y estamos empezando a ver ese desbordamiento hacia nuevas regiones”, ejemplificó.
Y afirmó el representante de la AMPIP que: “El proyecto Interoceánico es algo que va a venir a detonar esto”.
Actualmente, los miembros de la AMPIP tienen actividad en 28 estados del país, distribuidos en múltiples municipios. Aun así, Ibarzabal reconoció que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec ha empezado a generar interés creciente entre los desarrolladores de parques industriales afiliados, quienes ya realizan análisis y estudios de factibilidad para futuros proyectos en esta zona estratégica.
El potencial del Corredor Interoceánico radica en conectar el Golfo de México con el Pacífico a través de una red ferroviaria moderna, con puertos funcionales, zonas industriales bien ubicadas y condiciones logísticas favorables, lo cual podría detonar una nueva etapa de industrialización y generación de empleos en una región históricamente marginada.