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La sostenibilidad no es una moda, sino un requisito urgente y estratégico para el presente y futuro del sector inmobiliario. Hoy más que nunca, se debe construir mejor, pero también construir menos y rehabilitar con inteligencia, entendiendo que el verdadero valor del desarrollo está en su capacidad de adaptarse al entorno y responder a los desafíos del planeta.

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Estas fueron algunas de las conclusiones de dos conferencias virtuales celebradas el 25 y 26 de junio, organizadas por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y el PMI Capítulo Bajío. En ambas sesiones, dirigidas a líderes del sector construcción y de gestión de proyectos, abordó el papel del sector inmobiliario frente a los compromisos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).

 

Durante la primera charla, se destacó que el sector de la construcción es responsable de cerca del 40% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, pero también posee un alto potencial de descarbonización de bajo costo si se interviene desde el diseño y la elección de materiales adecuados.

 

La arquitecta Daniela Castro, directora de la firma JWA, durante su participación subrayó que las estrategias sustentables deben incorporarse desde la etapa conceptual, no como añadidos tardíos. Expuso el caso de un proyecto europeo que perdió más del 30% de su valor en una década por no contar con una visión clara de sostenibilidad. “Ignorar esta transformación no solo es ambientalmente irresponsable, sino financieramente riesgoso”, advirtió.

 

 

En la misma sesión, Luis Alberto Vega, de Saint-Gobain, presentó ejemplos sobre cómo el vidrio arquitectónico y la envolvente del edificio pueden influir directamente en el desempeño energético y los costos operativos.

 

Por otra parte, en el conversatorio del PMI, Castro destacó la urgencia de rehabilitar el parque edificado existente. “De aquí a 2050, el 80% de los edificios que estarán en pie ya existen. El edificio más sostenible es el que nunca se construyó”, afirmó. Reacondicionar un inmueble puede generar entre 50% y 75% menos emisiones que construir uno nuevo.

 

También abordó la vivienda social, aclarando que sí puede ser sustentable con soluciones pasivas y apoyos públicos. “La sostenibilidad no es exclusiva de los proyectos premium; debe aplicarse en todos los niveles”, concluyó.