El intenso debate público que se vivió en la Ciudad de México durante julio de 2025 ha puesto el concepto de "gentrificación" en el centro de la conversación nacional. Las manifestaciones y la atención mediática generaron una atmósfera de tensión, con reclamos legítimos sobre el aumento del costo de la vivienda y el desplazamiento de residentes.
Como profesionales del sector, es nuestro deber ir más allá de los titulares y analizar las cifras para comprender la verdadera naturaleza del fenómeno. En Broker-Mexico.com, como firma de servicios inmobiliarios afiliada a la Unión de Profesionales Inmobiliarios de México (UPIM), tenemos la responsabilidad de analizar y compartir datos que aporten claridad al mercado y a nuestros clientes.
La evidencia es contundente. La presión inmobiliaria se concentra en lo que podríamos llamar el "Cuadrángulo Dorado": Polanco, Condesa y las colonias Roma Norte y Sur. Estas áreas, que representan menos del 1% del total de las más de 1,800 colonias de la ciudad, muestran precios por metro cuadrado que promedian los $97,250 MXN en Polanco o los $88,892 MXN en Roma Norte. Comparemos esto con la realidad de la mayoría de la urbe: En Iztapalapa, la alcaldía más poblada, el precio promedio es de $22,025 MXN por metro cuadrado, un 77% inferior al de Polanco.
Esta transformación genera una cuantificable derrama económica. Las colonias Roma Norte y Sur, por ejemplo, generan un producto económico anual estimado entre $35,000 y $49,000 millones de pesos y albergan cerca de 9,000 establecimientos comerciales, creando miles de empleos en el sector servicios.
Profundicemos los datos de la llamada “gentrificación”:
- Gentrificación Turística: Impulsada de manera exponencial por plataformas de alojamiento temporal. La Alcaldía Cuauhtémoc, que alberga a las colonias Roma y Condesa, concentra 6,427 de los 14,118 listados en toda la ciudad de la plataforma de renta vacacional más popular del mercado, convirtiendo una porción significativa de su parque habitacional en infraestructura hotelera informal.
- Gentrificación Comercial y "Gourmetización": Es la transformación más visible a nivel de calle que da luz y vida a una zona. Consiste en el reemplazo de comercios tradicionales y de primera necesidad —como mercerías, tlapalerías o carnicerías— por establecimientos orientados al consumo de mayor valor agregado, como cafeterías de diseño, restaurantes "trendy", galerías de arte y boutiques. Este cambio en el paisaje comercial es un indicador temprano y fiable de una transformación demográfica y económica en curso.
- Gentrificación por Migración Transnacional: Este es el motor demográfico clave. La llegada de profesionales con altos ingresos que trabajan de forma remota (nómadas digitales) inmigrantes permanentes y temporales estos últimos autodenominados “expatriados”, principalmente de Norteamérica y Europa, introduce un poder adquisitivo denominado en monedas fuertes, alterando radicalmente la estructura de precios local.
Ahora bien, el entorno ha cambiado. La reacción gubernamental, materializada en el "Bando 1", introduce un nuevo paradigma regulatorio que no puede ser ignorado. Medidas como el tope a las rentas ligado a la inflación o el límite de 180 noches para alquileres en plataformas deben entenderse como el nuevo costo de hacer negocios. Si bien pueden comprimir los márgenes más especulativos a corto plazo, también pueden fomentar un mercado más estable y predecible a largo plazo, ofreciendo ventajas para el inversor informado y profesional.
Identificamos dos fronteras claras. La primera, en fase de consolidación, incluye a las colonias
Juárez y San Rafael, que ya experimentan una transformación avanzada y constante crecimiento en su plusvalía. La segunda, en plena expansión, está en…
Escandón, Narvarte y Del Valle Norte. Estas colonias, con plusvalías del 2023 a la fecha que van del 26% al 31%, ofrecen una infraestructura consolidada y excelente conectividad. Representan la siguiente ola de inversión, atrayendo a quienes buscan valor y calidad de vida fuera del núcleo más saturado.
Partiendo de lo anteriormente dicho, podemos concluir que el momento exige una estrategia informada, que sepa interpretar la regulación como una variable a gestionar y que tenga la visión para invertir no donde la demanda es obvia, sino dónde estará mañana. El futuro pertenece al asesor e inversor que basen sus decisiones en datos, no en narrativas. Este es el estándar de profesionalismo que debemos impulsar en todo el sector.
*Fundador de Broker-Mexico.com y director de contenidos y capacitaciones en la Unión de Profesionales Inmobiliarios de México. UPIM.