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El coworking es parte del motor del crecimiento para emprendedores y Pymes en México, al ofrecer flexibilidad, infraestructura profesional y una red de apoyo que impulsa el desarrollo desde el primer día.

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En un mundo laboral en constante transformación, el coworking ha dejado de ser una tendencia pasajera para consolidarse como una herramienta clave para el desarrollo de emprendedores y pequeñas empresas en México. Así lo confirma WeWork en el marco del Día Internacional del Coworking, que se celebra cada 9 de agosto.

 

Ofrece este modelo de oficinas compartidas algo más que escritorios: Representa una red activa de apoyo, flexibilidad, escalabilidad y acceso inmediato a espacios profesionales sin los costos ni los compromisos de una oficina tradicional. En especial, se vuelve una opción estratégica en un país donde 13.6 millones de personas trabajan por cuenta propia, según cifras del INEGI.

 

Claudio Hidalgo, presidente de WeWork para Latinoamérica, lo resume así: “Lo que estamos viendo es un cambio profundo en la forma en la que las personas y las empresas piensan en el trabajo. Para emprendedores y Pymes, esto ha sido una gran noticia. Ya no necesitan esperar a ser grandes para acceder a infraestructura profesional. Hoy, pueden comenzar con lo justo, moverse con agilidad y rodearse de talento desde el primer día. El coworking ha democratizado el acceso al entorno empresarial y ha eliminado barreras históricas como los contratos rígidos, los altos costos fijos o la soledad del trabajo remoto”.

 

 

También, el impacto del coworking se refleja en las cifras del mercado inmobiliario. De acuerdo con el estudio “IA y Presencialidad: El nuevo panorama laboral 2025”, elaborado por WeWork y PageGroup, la Ciudad de México redujo su tasa de vacancia de oficinas del 30% al 20% en un año. Esto, en gran parte, gracias a la creciente demanda de espacios flexibles y funcionales. Solo en 2023 se absorbieron 200,000 m² de oficinas, de los cuales 70,000 m² fueron nuevos espacios coworking.

 

Para startups, el coworking representa una manera eficiente de iniciar operaciones en lugares bien ubicados y con servicios premium desde el primer día. Para empresas grandes, es una vía para descentralizar operaciones, acercarse al talento y adaptarse a modelos de trabajo híbrido.

 

Responde el coworking, además, a una necesidad urgente de reconexión. Más allá de la infraestructura, ofrece comunidad, colaboración y posibilidades de establecer contactos de valor, lo que resulta fundamental en un entorno donde 3.7 millones de personas están subocupadas y buscan profesionalizar su actividad sin asumir grandes riesgos financieros.

En México, esta tendencia está redefiniendo la manera en que concebimos el trabajo, el uso de los espacios y la dinámica empresarial. A medida que el país avanza hacia una nueva era laboral, el coworking se posiciona como una solución inteligente y humana, ideal para quienes están construyendo su futuro desde cero o transformando su forma de operar.