Un análisis de Saint-Gobain subraya que hoy las urbes enfrentan una oportunidad única para reorientar su desarrollo. La clave: construir espacios más eficientes, inclusivos y preparados para el futuro.
Este crecimiento representa desafíos significativos en movilidad, servicios, vivienda y sustentabilidad, pero también abre una oportunidad para transformar los entornos urbanos bajo criterios de equidad y eficiencia.
La concentración de población, actividad económica y servicios ha hecho de las urbes auténticos epicentros de emisiones contaminantes: el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que generan cerca del 70% del CO₂ global, principalmente por el transporte, la industria y los edificios.
Ante este panorama, la planeación urbana de nueva generación busca integrar estrategias que reduzcan el impacto ambiental, como el impulso al transporte público eficiente, la densificación bien planificada, el uso de energías limpias y edificaciones de menor demanda energética. La combinación de estos factores permite ciudades más compactas, conectadas y adaptadas al cambio climático.
En México, los avances en inclusión urbana muestran que la transformación también pasa por garantizar el acceso a vivienda adecuada en zonas vulnerables. Entre 2021 y 2024 se realizaron más de 366 mil acciones de vivienda, incluyendo mejoramientos y nuevas construcciones, como parte de los esfuerzos por garantizar el acceso a vivienda adecuada en zonas urbanas vulnerables y de los compromisos derivados de la Nueva Agenda Urbana.
El análisis destaca que el momento actual exige repensar cómo se diseñan, construyen y gestionan las ciudades. La apuesta por modelos urbanos sostenibles no solo busca mitigar impactos ambientales, sino también fomentar comunidades más incluyentes y preparadas para los retos del futuro.


