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Dos de las principales ciudades en España, Madrid y Barcelona, se quedan prácticamente sin stock de vivienda. En la capital española se registran 3,067 casas nuevas en oferta, y en Ciudad Condal, 1,047, según datos de la Sociedad de Tasación (ST).

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Una pujanza renovada del mercado inmobiliario y la escasez de suelo han elevado el interés por los inmuebles residenciales nuevos en ambas ciudades. Ello se debe a que el precio de las rentas continúan con fuerza al alza –lo que ha marcado un cierto boom de rentabilidad-, en el las grandes urbes acaparan el regreso de la inversión en ladrillos.

Muestra de ello es que en Madrid solo hay 113 viviendas nuevas terminadas en venta y en Barcelona, 156. El número de casas en oferta sin construir subió 76% en la primera, y las que están en construcción aumentaron un 7% en Ciudad Condal.

Lo anterior ha llevado a que la fuerte presión de la demanda ha creado un nuevo efecto embudo que reduce a casi nada las posibilidades de encontrar una vivienda nueva construida. Éstos son los dos datos más llamativos del informe de ST.

Esto se traduce ahora en que para comprar un nuevo inmueble se debe hacer sobre los planos o antes de que termine de construirse, porque la puja es mayor. "En la capital, Madrid, la oferta de vivienda terminada se ha reducido 81.8% frente en referencia a 2016 , mientras las viviendas en construcción y sin iniciar han crecido 137.2% y 76.3% respectivamente, apuntó el análisis de ST.

De esta forma, 65,3% de las viviendas nuevas que se ofertan en Madrid ni siquiera se ha comenzado a edificar, mientras que 31% está en construcción y sólo 3.7% son inmuebles listos para para vivir en ellos.

"Los promotores pueden subir el precio si ya se ha conseguido el beneficio esperado. Dentro del área M-30, cualquier promoción que salga en precio de mercado se despacha con inmediatez. Entre M-30 y la M-40 se venden bastante bien, pero más lejos de esta área, la venta cae con fuerza", aseguró el socio director de Chamberí AM, José Luis Ruiz Bartolomé.

Parte de esta tendencia se debe al drenaje del stock anterior de vivienda nueva, que estaba configurado justo al revés: casi todo eran inmuebles ya acabados. En Madrid capital, de las 2,158 casas nuevas oferta registradas en 2016, actualmente quedan 60, lo que implica que se ha vendido más del 97% de la oferta en dos años. Además de estas viviendas que permanecen a la venta desde 2016, se han detectado 3,007 unidades nuevas en el mercado en los dos últimos años. Esto supone un aumento con respecto al stock de 2016, pero se debe enteramente a que hay más casas en previsión de edificación o ya con grúas.

En Barcelona capital, las viviendas en construcción han crecido 7.6%, según ST, mientras que en Ciudad Condal no hay tanta oferta de ventas sobre plano como en Madrid, pero hay mucha más casas en edificación: el 66.8% del total, dos tercios del stock total de inmuebles residenciales nuevos barceloneses, según una nota de Expansión de España.

Por otro lado, el tamaño medio de las viviendas de Madrid se ha incrementado de forma notable, con mayor incidencia en las superficies de entre 100 y 150 metros cuadrados, que en 2016 suponía 48.3% del total, y que ahora representa el 66.3%. Las superiores a 150 metros representan 12.1%, de ese universo, y sumadas, representan 78% del total, 12 puntos más en dos años, lo que hace que aumente la proporción del precio de los pisos entre 150,000 y 300,000 euros aproximadamente.