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El desarrollo infraestructural en México experimenta una gran transformación ya que el esfuerzo que realiza el Gobierno federal es insuficiente para satisfacer las necesidades del país, por lo que se requiere de una creciente participación de la iniciativa privada.

Inversionistas y empresarios se hacen hoy en día una pregunta por la creciente incertidumbre financiera global derivada del fenómeno conocido como Brexit:
¿Estamos en el umbral de una nueva crisis financiera, como en 2008?

La vulnerabilidad de la economía a factores externos seguirá presente en la segunda mitad de 2016 y su moderado ritmo de crecimiento persistirá anclado a la relativa fortaleza de su mercado interno.

México es un país en el que impera la desigualdad económica. Norte y Sur son regiones opuestas en lo que a desarrollo económico y calidad de vida de sus habitantes se refiere. Por ello se busca detonar nuevos polos de desarrollo económico.

Todo indica que su evolución productiva se está moderando de la mano con la economía en su conjunto, aunque algunos elementos hacen temer una posible desaceleración de mayor intensidad.