Ante el creciente debate sobre los efectos de la gentrificación en la Ciudad de México, la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) fijó postura al señalar que la solución no está en limitar los precios de renta, sino en aumentar la oferta habitacional mediante un marco regulatorio más eficiente, que incentive la inversión y permita el desarrollo urbano en más zonas y para más personas.