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Es la primera actividad económica de México en recuperarse completamente de la crisis, básicamente por su elevada vocación exportadora.

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La producción industrial de México registró en 2021 un ritmo de  crecimiento  de 6.5%, recuperando parte del terreno perdido en 2020 cuando se contrajo 10%, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El sector secundario de la economía está conformado por la minería (1.6%), generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final (-0.5%), construcción (7.2%) y la industria manufacturera (8.6%); solo la última logró recuperar su nivel de actividad previo a la crisis sanitaria.

De acuerdo con un análisis de Banco Base, “al comparar con su nivel pre pandemia (febrero de 2020), la actividad industrial muestra un rezago de 1.96%. Al interior, se observa un rezago con respecto al nivel pre pandemia en los subsectores de: construcción (-7.38%), servicios básicos (-3.75%) y minería (-1.81%). Por otra parte, las industrias manufactureras muestran una recuperación completa, por primera vez desde que inició la pandemia, al avanzar 1.01% respecto a dicho nivel”.

Analistas de BX+ consideran que “el panorama para la industria mexicana, especialmente la manufactura, es apoyado por la recuperación del consumo interno y, especialmente, por la expansión de la economía de los EE.UU. A propósito de ello, estimamos que la industria norteamericana, íntimamente ligada a la mexicana, tiene amplio espacio para crecer en 2022, ya que no ha logrado ponerse al corriente con el regreso en el consumo de los estadounidenses, y ante el inicio del despliegue del plan de infraestructura”.

Sin embargo, agregaron que “la escasez de insumos y las presiones en las cadenas de suministro seguirán siendo limitantes en 2022, especialmente durante el 1T, ante el repunte global en contagios, bajo la variante Ómicron del virus”.

Además, prevén que la inversión fija bruta se mantenga en niveles relativamente bajos, en un entorno de incertidumbre por la evolución del virus y las políticas aplicadas a sectores clave (energético), y ante mayores tasas de interés.

Siguen presentes retos para la producción de manufacturas.

 

Por su parte, analistas de Banorte opinan que permanece un entorno retador para la actividad industrial de México. En las manufacturas en particular, consideran que “el sector automotriz sigue enfrentando problemas importantes. En primer lugar, la falta de semiconductores se ha extendido, con la administración de EE.UU. asegurando en un reporte de hace unas semanas que es probable que la escasez se extienda al menos hasta el 2S22. Adicionalmente, un bloqueo en el Ambassador Bridge que comunica a Canadá con EE.UU. ha parado el comercio entre ambos países desde el lunes pasado”.

Añadieron que “este es el principal punto de tránsito de bienes y es crucial para los proveedores y productores del sector automotriz. Dado el alto grado de integración regional en este sector, no podemos descartar complicaciones adicionales en la obtención de insumos y el manejo de inventarios. En México, compañías como VW han parado operaciones de manera temporal de nuevo, mientras que Nissan cerró su planta en el estado de Morelos.

"Adicionalmente, continúan las preocupaciones sobre la posible introducción de créditos fiscales para la producción y venta de vehículos eléctricos en EE.UU. como parte del plan Build Back Better de Biden. Aunque ha enfrentado creciente oposición de los Republicanos, los Demócratas aún están trabajando para salvar algunas iniciativas destinadas al combate del cambio climático, tales como está, mismas que ya fueron aprobadas por la Cámara de Representantes”, indicaron los analistas de la institución financiera.