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La expectativa de repunte en la inflación puede limitar la mejoría de la confianza del consumidor en México en los siguientes meses.

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Luego de las bajas observadas durante diciembre y enero, en febrero de 2022 el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) mostró un avance marginal de 0.1 puntos con datos ajustados por estacionalidad, al ubicarse en 43.4 unidades.

La disminución de los contagios derivados de la cuarta ola, favoreció la confianza del consumidor en México en febrero, pero los analistas no son muy optimistas sobre su desempeño futuro, debido a la expectativa de inflación por el comportamiento de las  materias primas.

Apenas llevamos dos semanas de guerra y los precios de diversas materias primas alcanzan niveles no vistos en muchos años, entre ellos el petróleo, el trigo y algunos metales industriales, que necesariamente repercutirán en inflación.

 

En Banco Base opinan que “a pesar de que se observa una recuperación de la actividad económica tras el paso de la cuarta ola de la pandemia, es probable que la confianza del consumidor no muestre una recuperación significativa en los siguientes meses, debido a los incrementos en precios de materias primas que se espera se vean reflejados en la inflación”.

 

De acuerdo con el indicador elaborado de manera conjunta por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Banco de México,  la situación económica del país hoy en día, comparada con la de hace 12 meses mostró una mejoría de 0.7 puntos.

 

 

Sin embargo, los consumidores no son optimistas sobre el futuro, debido a que el indicador que mide la situación económica del país esperada dentro de 12 meses, respecto a la actual, donde se observó una contracción de -0.8 puntos.

Esto último hace pensar a los analistas que el consumidor ve con mucha desconfianza los acontecimientos internacionales y los posibles impactos adversos sobre el crecimiento económico, la inflación y su impacto en el consumo local.

 

Algunos de los componentes complementarios que mostraron un desempeño negativo fueron las condiciones económicas para ahorrar y salir de vacaciones, que presentaron una contracción de -0.4 puntos a tasa mensual, respectivamente.

 

Finalmente, el indicador que muestra la disposición que tienen las familias mexicanas para construir o comprar una casa en los próximos dos años, se contrajo -0.7 puntos.