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La economía mexicana enfrenta un entorno de bajo crecimiento y elevada incertidumbre, pero con áreas de oportunidad claras: el fortalecimiento de las Mipymes, la integración regional y el impulso a los sectores de servicios podrían ser claves para reactivar la actividad y diversificar las fuentes de crecimiento en el mediano plazo.

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La economía mexicana atraviesa una desaceleración generalizada durante 2025, con un crecimiento de apenas 0.4% anual al segundo trimestre del año.

El informe Situación Sectorial Regional México 25S2 de BBVA Research destaca que las actividades primarias crecieron 4.5% y las terciarias 1.1%, mientras que el sector industrial cayó 1.3%, convirtiéndose en el único con rendimiento negativo.

 

El estudio atribuye este freno al impacto de los nuevos aranceles entre México y Estados Unidos, la contracción del gasto público en infraestructura y la incertidumbre derivada de reformas judiciales y fiscales.

 

A pesar de ello, el análisis de la institución financiera considera que las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) son la principal oportunidad para sostener el mercado interno, ya que representan el 99.8% de las unidades económicas, generan más del 70% del empleo nacional y aportan más del 40% del valor agregado.

 

 

Muestra el análisis sectorial que los servicios siguen siendo el principal soporte del PIB, con crecimientos superiores al 10% en rubros como esparcimiento, profesionales y apoyo a negocios. En contraste, la minería y la construcción continúan en retroceso, afectadas por la menor demanda de materiales y la finalización de grandes obras públicas.

 

Pese a la reducción de la tasa de referencia a 8%, BBVA detecta una menor demanda por crédito empresarial, lo que refleja un bajo apetito por invertir ante la incertidumbre económica. Los sectores con mayor acceso al financiamiento siguen siendo manufactura, construcción e inmobiliario, que concentran la mitad del crédito total a empresas.

 

En sus proyecciones, el banco prevé que el crecimiento económico se mantendrá modesto en 2026 (1.0%), impulsado principalmente por los servicios financieros, de transporte, inmobiliarios y profesionales. Las manufacturas y el comercio exterior continuarán afectados por el menor dinamismo global, aunque se espera una ligera recuperación hacia 2026 conforme se estabilice el entorno comercial con Estados Unidos.

 

Por su parte, el análisis sobre el sector manufacturero revela un año complejo, con caídas en ramas como insumos textiles, cuero y madera, mientras que la producción de equipo eléctrico y transporte mantiene un desempeño estable gracias al nearshoring y la demanda regional.