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Una forma sencilla de asegurar la plusvalía de las inversiones en materia inmobiliaria es realizarlas a través de los Fibras.

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En bienes raíces, el concepto de ‘plusvalia’ equivale a un incremento de precio por metro cuadrado, donde el factor tiempo es clave, y si eres inversionista, lo mejor es conocer cómo sacar el máximo rendimiento, pues al vender o comprar inmuebles, es una variable importante para considerar.

Una forma sencilla de asegurar la plusvalía de las inversiones en bienes raíces es realizarlas a través de instrumentos calificados y comprobados por autoridades financieras, como es el caso de los Fideicomisos de Infraestructuras y Bienes Raíces (Fibras), que se manejan mediante compraventa de títulos en la Bolsa de Valores.

 

Los Fideicomisos de Infraestructuras y Bienes Raíces (Fibras) se manejan mediante la compraventa de acciones en la Bolsa de Valores.

 

En este mercado de instrumentos bursátiles se encuentra Fibra Uno (Funo), dirigida por André El-Mann, contando con más de 11 años de experiencia en el mercado y con múltiples reconocimientos y certificaciones en rubros como sustentabilidad ambiental, responsabilidad social y logística operacional, que permiten capitalizar aún más los activos de sus inversionistas.

 

Para determinar la plusvalía de las propiedades, se toman en cuenta los siguientes factores:

 

-Condiciones base. En este factor se verifica el valor original de la propiedad (cuánto se invirtió en total para su edificación), así como la antigüedad y las condiciones actuales, ya que, por citar un ejemplo, existen propiedades  con más de 100 años de haberse edificado en muy buen estado, y otras de mediados de los 70, pero con detalles que alertan sobre una mala calidad.

-Infraestructura. Este apartado está ligado con el anterior, ya que no se utilizan los mismos métodos y/o materiales de obra para un edificio de 25 pisos que para un chalet adosado o un bungaló, pues cada tipo de construcción está diseñada para cubrir diferentes servicios y necesidades de los propietarios y/o arrendatarios.

-Servicios públicos y privados. Un inmueble ganará o perderá valor de acuerdo con la cantidad y tipo de servicios de los que pueda disponer, por ejemplo, para el uso residencial será indispensable contar con luz, agua y drenaje, a la par de cobertura de telefonía celular, internet, televisión por cable, etcétera.

-Conectividad y movilidad. No solo la ubicación de los inmuebles puede jugar en favor o en contra, también qué tan bien están conectados en cuanto a vías de comunicación, o si su cercanía está a unos pasos de avenidas primarias y transitadas, solo por mencionar algunos aspectos.